El alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, y el director general de Aguas de Barcelona, Ignacio Escudero, han rubricado este viernes el protocolo para afrontar la emergencia en el ámbito de la pobreza energética, según han informado el Ayuntamiento y la compañía en un comunicado.
El protocolo establece que, en caso de impago, Aguas de Barcelona deberá solicitar un informe de valoración de la situación de exclusión residencial en los servicios sociales del Ayuntamiento.
En caso de que los servicios sociales acrediten que se trata de una persona o de una unidad familiar vulnerable, la compañía garantizará el suministro de agua al abonado.
El protocolo se suma al procedimiento que Aguas de Barcelona ya aplica desde hace cinco años para no cortar el agua a personas que no la pueden pagar, a través de su Fondo de Solidaridad que en Viladecans ha bonificado el servicio a 652 familias, a las que se han destinado más de 319.000 euros.
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