Agridulce

  • El final de la semana ha dejado un sabor agridulce en el mercado de renta variable español, ya que la publicación de unos malos datos de paro en Estados Unidos han despertado el miedo a una nueva recesión a nivel mundial.

Raimundo Díaz

Madrid, 3 sep.- El final de la semana ha dejado un sabor agridulce en el mercado de renta variable español, ya que la publicación de unos malos datos de paro en Estados Unidos han despertado el miedo a una nueva recesión a nivel mundial.

Pese a registrar una caída de más del 3 % en la última jornada, la bolsa española ha conseguido anotarse un muy buen resultado semanal, el 3,40 % más.

Éste es el mejor resultado semanal del último mes y medio.

Y es que durante esta semana, en la que parecía que se habían difuminado los miedos de los inversores, la Bolsa española ha aprovechado para coger fuerzas.

En medio de lo que ha parecido ser una tensa calma de los mercados, el lunes, el parqués nacional se anotó unas ganancias del 2,56 % gracias al avance que registraban sus homólogas internacionales y los datos favorables de consumo que se habían publicado en Estados Unidos.

Obviaba por lo tanto las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, que decía esperar un crecimiento "modesto" de la zona euro en los próximos meses o la rebaja que llevaba a cabo el Fondo Monetario Internacional de las previsiones de crecimiento mundial.

Unas noticias nada optimistas que estuvieron acompañadas ya el martes por nuevos pronósticos poco positivos como los de la agencia Standard and Poor's que recortaba del 1,5 al 1 % las previsiones de crecimiento españolas para 2012 o la caída de la confianza de los consumidores en Estados Unidos.

Parecía que todos estos anuncios harían mella en el parqué español, que sin embargo, impulsado por su racha alcista, conseguía salvar la sesión.

A este objetivo le ayudó Repsol, que subió más del 4 % después de que Sacyr y Pemex alcanzaran un acuerdo para sindicar sus derechos de voto de sus participaciones en la compañía española.

Siguiendo con esta racha alcista y la motivación de los inversores, la Bolsa española conseguía rebotar en el último día del mes un 3,24 %.

Un alza que le ayudaba a enfrentarse con optimismo a la subasta de deuda española que se llevaría a cabo el jueves y en la que el Tesoro español logró colocar 3.621 millones de euros en bonos a cinco años con un interés inferior.

Así, el Tesoro encadenaba tres sesiones consecutivas con menores intereses gracias al apoyo que ha recibido en las últimas semanas por parte del Banco Central Europeo (BCE), que a mediados de agosto decidió comprar deuda soberana de países con problemas de la zona del euro, como España o Italia.

Pese a la buena subasta que llevó a cabo España y a la estabilidad de la prima de riesgo nacional, el principal selectivo de la Bolsa española se veía arrastrado del lado de las pérdidas por las ganas que tenían los inversores de recoger beneficios.

Pero no hubo mucho que recoger, ya que la publicación de algunos datos positivos en Estados Unidos lograron aupar al mercado nacional, que salvaba así en "extremis" la sesión.

Ya en el último día de la jornada, las nuevas dudas que surgían acerca de la situación de Grecia, y los malos datos de empleo de Estados Unidos, hicieron perder a la Bolsa el 3,40 % hasta los 8.463,50 puntos.

En tanto que la prima de riesgo nacional, muy tranquila en las últimas semanas, despertaba de su letargo y se situaba de nuevo por encima de los 310 puntos básicos.

De nuevo, los temores sobre Grecia, parecen haber despertado a la "bestia", que el Gobierno espera calmar con entre otras medidas, la reforma de la Constitución para incluir un límite al déficit, un cambio que fue avalado ayer por el Congreso.

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