La banca del Ibex pierde 12.400 millones en solo dos días por el temor a una crisis

Las fuertes caídas que registra este lunes la bolsa española están impulsadas en parte por el castigo a los bancos ante el miedo a una nueva crisis. Pese al contexto de subida de tipos de interés, que beneficia a su negocio, el sector se ve afectado por el riesgo a que el cambio de política monetaria frene el crecimiento económico. El precio de las acciones de los valores bancarios ha llegado a caer hasta un 12% desde este viernes, cuando sufrieron una fuerte corrección. Como resultado, los cinco bancos incluidos en el Ibex 35 han perdido más de 12.400 millones de euros en capitalización. 

Este lunes, los bancos han logrado moderar su desplome, aunque las caídas fueron significativas. Bankinter superó el 4,5% de caída, mientras que BBVA, Banco Sabadell y Santander superaron todos el 3%.

Sumadas estas pérdidas a las del viernes llevan, por ejemplo, a BBVA perder más de un 12% de su valor en apenas dos sesiones, es decir, casi 4.000 millones menos de valor. Su capitalización actual es de casi 27.700 millones después de registrar su mayor caída desde marzo de 2020 . Las caídas también superan el 10% desde el viernes para Santander, Sabadell y Bankinter. En el caso de Sabadell, hasta ahora entre los valores más alcistas del Ibex, roza una caída del 9% en lo que va de junio y reduce sus ganancias anuales por debajo del 27%. En el acumulado anual le supera ya Caixabank, el menos castigado en los últimos días, aunque su caída desde el viernes es superior al 8%. 

El sector bancario, que hasta ahora se veía impulsado por las perspectivas de subidas de tipos. Sergio Ávila, analista de IG, explica que "cuando las subidas pueden provocar un frenazo importante en el crecimiento económico, como es el caso en estos momentos, y eso puede traducirse en un periodo de estanflación en la economía, entonces la situación ya no es tan buena para los bancos". Esto es porque un periodo de menor crecimiento, e incluso de crisis económica, se traduce en menos proyectos de inversión por parte de las empresas y en menos concesión de créditos tanto en hipotecas como al consumo.

Pero, además, Ávila señala que el mercado anticipa subidas que podrían derivar en una fragmentación de la deuda. Es decir, los países más endeudados (periféricos, como España, Portugal, Italia y Grecia) podrían tener problemas para hacer frente a sus obligaciones una vez el BCE deje de comprar la deuda de estos países, afectando y causando problemas al sector financiero de estos países. Este escenario arrastra a los bancos españoles por su exposición a deuda pública de los países afectados. 

Y tienen un "riesgo adicional" por su exposición a mercados emergentes donde "pueden sufrir efectos negativos por la volatilidad de sus divisas". Por ejemplo, BBVA cuenta con deuda turca mientras la lira roza su mínimo histórico.