Crisis de deuda

China busca cambiar su rumbo económico para llevar a buen puerto al inmobiliario

La economía china está dando signos de estabilización y mejoría después de más de dos años de inestabilidad por la deuda de su sector promotor e inmobiliario, que ha obligado a su gobierno a desplegar políticas de estímulo.

La bolsa china puede recuperarse un 30% este año y apuntalar a algunos valores.
China busca cambia el rumbo económico para llevar a buen puerto al inmobiliario
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La economía de China juega un papel crucial en el ámbito global, influenciando desde el comercio internacional hasta las cadenas de suministro. A medida que implementa políticas de estímulo y reformas regulatorias, China busca no solo revitalizar su economía interna sino también fortalecer su influencia como motor económico mundial. Las recientes mejoras en el PIB reflejan estos esfuerzos, aunque enfrenta desafíos significativos que deben abordarse para asegurar un crecimiento sostenible.

En el primer trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de China aumentó un 5,3% en comparación con el mismo período del año anterior, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas. Este crecimiento superó las expectativas, que anticipaban un incremento del 4,8% según una encuesta de Bloomberg. Sin embargo, los datos también esconden importantes problemas.

La producción industrial mostró una desaceleración en marzo, truncándose el crecimiento esperado y las ventas minoristas también crecieron menos de lo esperado, con un incremento del 3,1% frente al 5,1% proyectado. Estos indicadores sugieren que el rebote en el PIB podría no ser tan robusto como los números iniciales podrían hacer creer. Commerzbank señala que estos resultados mixtos sugieren que la economía podría necesitar más apoyo y que los mercados podrían prepararse para un yuan más débil.

Mercado inmobiliario y récord de deuda

La producción de cemento, un indicador clave de la actividad de construcción, registró una caída del 22% en marzo en comparación con el mismo período del año anterior, la mayor caída desde que se tienen registros en 1995. Esta disminución destaca un estancamiento alarmante en el número de nuevas viviendas en construcción y una fuerte desaceleración en el sector.

La inversión en vivienda también se ha contraído, con una reducción del 9,5% en el último trimestre comparado con el mismo período del año anterior. Este descenso en la inversión podría amortiguar el impacto de un mejor gasto en los sectores de manufactura e infraestructura, indicando que el sector inmobiliario podría seguir siendo un lastre para la economía en general si no se abordan estos problemas.

Además, a medida que China se esfuerza por impulsar la demanda interna, necesita revitalizar su maltrecho mercado inmobiliario sin aumentar excesivamente su ya elevada carga de deuda. La deuda de China marcó su propio récord en 2023 al ascender al 287,8% del PIB al cierre del ejercicio. Esto supone 13,5 puntos porcentuales más que en 2022, según un informe de la Institución Nacional de Finanzas y Desarrollo.

Reformas regulatorias para atraer capitales

Las recientes reformas introducidas por la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) han tenido un impacto desigual en el mercado de capitales del país, en particular, en el índice Hang Seng. Estas regulaciones, que incluyen mayores requisitos de dividendos y otras métricas de rendimiento para seguir cotizando, fueron recibidas con venta masiva y una caída del 11%. Sin embargo, tras varias aclaraciones y ajustes en la implementación de las normas, los mercados comenzaron a mostrar signos de estabilización y el Hang Seng ha conseguido remontar y mostrar una recuperación del 6% en tres meses.

A largo plazo, se espera que estas reformas conduzcan a un mercado más maduro y estable, fomentando una mayor confianza entre los inversores internacionales. El impacto de estas reformas afecta no solo a empresas de pequeña y mediana capitalización sino también al resto de compañías, mejorando la percepción general del mercado sobre la transparencia y la gobernanza corporativa en China.

Proyecciones y perspectivas económicas

Para 2024, las expectativas sobre el crecimiento económico de China son moderadamente optimistas. Según UBS, se espera que la economía china crezca un 4.4% en 2024. Este crecimiento es ligeramente inferior al pico post-pandémico, pero aún refleja una estabilidad relativa dada la serie de desafíos estructurales y cíclicos que enfrenta la economía. La proyección de UBS se basa en la suposición de que habrá un continuo apoyo gubernamental para estabilizar los principales sectores económicos, incluyendo el inmobiliario y el manufacturero.

A largo plazo, estas proyecciones y la respuesta del mercado sugieren que China podría seguir desempeñando un papel crucial en la economía global, impulsando no solo el crecimiento en Asia sino también influyendo en las estrategias económicas y financieras en todo el mundo. Las políticas internas chinas, especialmente en términos de reformas regulatorias y estímulos económicos, serán determinantes para mantener la estabilidad y fomentar un crecimiento sostenible que beneficie tanto a China como a sus socios comerciales globales.

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