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El ecosistema bitcoin y las 'big tech' se lanzan a la renovable para su giro verde

Su consumo energético es elevado, superando en conjunto al de varios países, debido a su presencia global y especialmente por la demanda de sus centros de datos.

Planta solar fotovoltaica La Matallana
Planta solar fotovoltaica La Matallana
AYUNTAMIENTO DE LORA DEL RÍO

A más de 8.600 kilómetros de su sede, en Estados Unidos, Amazon ha ubicado uno de sus nuevos proyectos para obtener energía renovable. Castilla La Mancha se suma a Andalucía, Extremadura y Aragón como los puntos españoles de los que el gigante tecnológico busca obtener 520 megavatios (MW) de energía no contaminante para el funcionamiento de sus inmensas bases de datos. La empresa de Jeff Bezos lidera la carrera de las 'big techs' ante su giro verde, aunque la competencia cada vez es mayor y se ha sumado un nuevo actor, el bitcoin.

Las principales tecnológicas generan entre el 1,8% y el 2,8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según estudio de la universidad de la Universidad de Lancaster y Small World Consulting. Esto se debe al gran consumo de electricidad debido a sus centros de datos, que necesitan grandes cantidades de energía para mantener fríos los servidores. Así, el uso combinado de energía de Amazon, Google, Microsoft, Facebook y Apple es de más de 45 teravatios-hora al año.

En este escenario, el escrutinio sobre su huella ecológica cada vez es mayor, por lo que aceleran su inversión para cambiar sus fuentes de energía y se han lanzado a financiar proyectos de energía solar, eólica y otras energías renovables a una escala sin precedentes. 

Amazon es la compañía que más ha invertido hasta ahora en energía renovable. Esta semana anunció la puesta en marcha de 14 proyectos, entre ellos su mayor planta solar en España, con lo que alcanzará los 10 gigavatios de capacidad de energía limpia. Todos estos proyectos contribuirán al objetivo de Amazon de abastecer el 100% de su actividad con energía limpia para 2025, cinco años antes de lo fijado inicialmente. Los proyectos solares y eólicos suministrarán energía renovable tanto a las oficinas corporativas de Amazon como a sus centros logísticos y a los centros de datos de Amazon Web Services (AWS), que dan servicio a millones de clientes en todo el mundo.

Además, otras tecnológicas como Google, Facebook y Microsoft se han convertido en los mayores compradores corporativos de energía limpia del mundo, según datos de BloombergNEF. La última compañia se ha comprometido en ser "negativa en carbono" en 2030 y para ello apuesta por diferentes métodos no contaminantes. Hace dos años ubicó un nuevo centro de datos en un lugar poco habitual: en las islas de Orkney (Escocia), pero bajo el mar. La multinacional tecnológica sumergió sus ordenadores para comprobar si el coste de enfriar los ordenadores es menor si se hace en el agua.

Los compromisos medioambientales son similares en el resto de compañías del sector, que se ven obligadas a competir por energía limpia y en muchas ocasiones descentralizada, a miles de kilómetros de los países donde operan. Como consecuencia, en algunos países esta inversión ya supone un incentivo mayor que las propias ayudas públicas.

El bitcoin ‘verde’, más cerca tras el veto de China

A la apuesta de las tecnológicas por los proyectos renovables se suma ahora el bitcoin, en medio de una crisis, entre otros motivos, por las críticas a su elevado consumo energético. De hecho, uno de sus principales impulsores, Elon Musk, fundador de Tesla y Space X, generó dudas sobre su futuro porque su exceso de contaminación. Actualmente, la minería de bitcoins utiliza cerca de 121,36 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año, según un análisis del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge, consumiendo más electricidad al año que países como Finlandia, Suiza o Argentina.

Aún así, el mercado de las criptomonedas es consciente de la situación y cada vez hay más proyectos renovables para el minado. Uno de ellos acaba de llegar al Nasdaq. Bitfarm, una compañía que mina criptomonedas "impulsada por energía hidroeléctrica limpia" debutó esta semana en el parqué estadounidense, en una muestra más de que el sector está cada vez más presente entre los inversores tradicionales. Sin embargo, todavía registra demasiada volatilidad y su estreno fue negativo, cayó más de un 8%, arrastrado por la tendencia bajista del bitcoin, que perdió los 30.000 dólares aunque luego rebotó, y el resto de criptos. El principal motivo fue el veto de China, que instó a las principales entidades bancarias del país a no proporcionar servicios relacionados con los criptoactivos.

Sin embargo, el veto de China da más posibilidades al bitcoin renovable según los expertos. Simon Peters, analista de mercados de eToro, afirma que “la descentralización de la minería de criptoactivos y el fin del dominio chino en este ámbito podrían ayudar a otros países más favorables a los criptoactivos a convertirse en líderes del sector”. Y, en ese sentido, “las nuevas operaciones de minería -o las existentes que se trasladan fuera de China- podrían ahora buscar fuentes de energía renovables para permitir operaciones limpias”. De confirmarse esta tendencia, disminuiría la cantidad de energía de combustibles fósiles utilizada para la minería de bitcoins a nivel mundial.

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