Encuesta de Bank of America

Los grandes inversores apuestan por el efectivo mientras sube su visión bajista

La asignación de liquidez alcanzó su nivel más alto desde mayo de 2020 ante una "gran rotación" que muestra unos inversores más "cautelosos" por la incertidumbre sobre la política monetaria. 

Wall Street
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EFE

Las expectativas de subida de tipos de interés y un crecimiento más lento de las economías amplían el sentimiento bajista de los grandes inversores, lo que conlleva una rotación de activos. Según recoge la encuesta a gestores de fondos de Bank of America, ante el escenario actual -en el que también preocupan las tensiones geopolíticas-, las expectativas de caídas en la renta variable global aumentan y la liquidez es la apuesta favorita. No obstante, el informe destaca que el sentimiento "no es bajista extremo": por ahora solo el 30% de los inversores esperan un mercado bajista -caídas superiores al 20%-, mientras que el 66% no lo hace.

Las fuertes caídas registradas en las bolsas este lunes -que se recuperaron en parte en la sesión de este martes- evidenciaron una clara huida del riesgo por parte de los inversores que ya aplican en las últimas semanas. La salida de este dinero se dirige al efectivo según mostraron los 363 encuestados por el banco de inversión, que muestran la mayor exposición a liquidez desde mayo de 2020. Esta apuesta revela un comportamiento más cauteloso, evitando riesgos y aumentando la posición defensiva, ante la volatilidad que se ha instalado en el mercado. 

En febrero, la exposición a liquidez de los gestores de fondos subió al 5,3%, frente al 5% de la lectura anterior, máximo desde mayo de 2020. Pero, además, respecto al resto de activos, la mayor posición alcista se sitúa sobre el efectivo (38%) y en comparación con la encuesta del último mes, los gestores aumentaron su asignación en más de 5 puntos porcentuales sobre la liquidez. 

Mientras, los grandes inversores también continúan sobreponderados en renta variable y materias primas e infraponderados en bonos. No obstante, en el último mes los inversores se han vuelto más cíclicos, es decir han aumentado su exposición a los países emergentes -donde prevén que se den las mayores rentabilidades-, energía o Reino Unido; y, por el contario, han reducido el peso en renta variable, sobre todo EEUU, el sector tecnológico e industrial. 

El sector 'tech' ha sido uno de los más castigados por el cambio de rumbo de las políticas monetarias y los gestores de fondos han rebajado la ponderación de estos activos a mínimos desde 2006 a medida que se preparan para un endurecimiento agresivo de la política de la Reserva Federal de EEUU  (Fed). En ese sentido, la compra de acciones tecnológicas en EEUU se mantuvo como la operación más habitual, una tendencia que persiste durante más de dos años, pero esta convicción está disminuyendo, con un 28% en febrero en comparación con el 39% del mes pasado.

De la salida de este sector se beneficiaron las acciones energéticas, coincidiendo con el repunte del petróleo -en máximos desde 2014 y muy próximo a los 100 dólares-, y el sector bancario, beneficiados por un escenario inflacionista y de subida de tipos. 

El miedo a la política monetaria alcanza su nivel máximo

El cambio de rumbo de la política monetaria de los bancos centrales agita los mercados globales, con fuertes caídas en las acciones y repunte del rendimiento de los bonos, y el riesgo monetario, es decir, el endurecimiento de la política monetaria, es ya el que más preocupa a los inversores frente a la estabilidad del mercado financiero. De hecho, el porcentaje de importancia que los gestores le dan ha escalado en los últimos meses de forma acelerada y alcanza su nivel más alto (83%). La Fed ya ha anunciado una subida de tipos inminente y los inversores esperan de media 5 aumentos a lo largo de este año. 

El objetivo es frenar la inflación, la segunda preocupación para los inversores, pese a que la mayoría de los encuestados prevé que tenderá a la baja. En total, el 56% -el mayor porcentaje desde enero de 2009- cree que se reducirá. Por su parte, todavía la mayoría (52%) cree que el repunte de precios es transitorio, aunque ganan peso los que prevén que será persistente. Hay que tener en cuenta que la encuesta a los gestores de fondos se realizó entre el 4 y el 10 de febrero, y la mayoría de las respuestas se produjeron antes de conocer el último máximo de inflación en EEUU, que incluso superó las expectativas de los analistas. 

A este escenario se suma la inquietud por las tensiones geopolíticas entre Rusia y Occidente por Ucrania. El miedo a una guerra disparó el riesgo geopolítico un 16% respecto a la encuesta del mes anterior y ya se sitúa en el 78%, un nivel que no alcanzaba desde enero de 2020. Incluso antes de la escalada de tensión vivida en los últimos días, el escenario bélico ya fue considerado el quinto mayor 'riesgo de cola' para los mercados, en el 7%.

Las burbujas en los precios de los activos o una recesión global son otros de los riesgos que destacan los grandes inversores que llevan a que el 20% de los encuestados espere que el crecimiento económico se debilite en el próximo año frente al 1% que lo destacaba en enero, el dato más pesimista de los que se han ido registrando desde marzo de 2020. El 73% considera además que la disrupción de las cadenas de suministros se solucionará de una forma demasiado lenta como para estimular de una forma importante el crecimiento económico.

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