Grifols pierde 56 millones pero aumenta las previsiones de ingresos para este 2023

Grifols cierra un semestre en números rojos. La firma de hemoderivados ha contabilizado unas pérdidas de 56 millones entre enero y junio debido a los costes de reestructuración por importe de 140 millones de euros asociados a su plan de ahorro de costes de 450 millones anualizado, que ya ha ejecutado en su totalidad con el despido de más de 2.000 empleados, la mayoría de ellos en EEUU. Según ha informado a la a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este jueves, sus ingresos se han elevado un 14,8%, hasta los 3.225 millones gracias a Biopharma, su principal división. 

Si se tiene en cuenta sólo el segundo trimestre del año y que el beneficio neto ajustado fue de 114 millones en el semestre, el resultado neto ascendió a 52 millones. El presidente ejecutivo y CEO de la empresa, Thomas Glanzmann, ha definido los resultados como buenos y ha dicho que han superado las previsiones, lo que, según él, muestra que el plan de transformación "está dando sus frutos, impulsando la rentabilidad y una mayor expansión de los márgenes". En concreto, la multinacional ha detallado que en los primeros seis meses de 2023 el margen bruto aumentó hasta el 37,6% de los ingresos, cifra que se reduce ligeramente hasta el 36,4% incluyendo la alemana Biotest, que fue adquirida en 2022. 

El incremento de suministro de plasma más de un 12%, al tiempo que el coste por litro se reduce más de un 20%. Desde la compañía argumentan que las principales palancas de este aumento radican en la disminución de la compensación a los donantes, que se estabilizó en el segundo trimestre, así como en la optimización de la red de centros de plasma. De aquí en adelante, se espera que la disminución de otros costes vinculados al plasma y la digitalización optimicen aún más el coste de estos procesos. 

El foco de preocupación sigue en la ratio de endeudamiento, que se reduce ligeramente hasta las 6,9 veces el ebitda, desde las 7 veces al cierre del anterior trimestre, aunque cae desde las 9,1 veces que contabilizaba al cierre del semestre de 2022. La clave está en si consiguen reducir al objetivo de cuatro veces para finales de 2024. El gigante de origen catalán, que también cotiza en el Nasdaq estadounidense, lleva meses centrado en tratar de reducir sus costes y de mejorar sus márgenes, para evitar que su alto nivel de deuda le siga penalizando en bolsa en un entorno marcado por el alza de los tipos de interés. 

Cabe recordar que Grifols está en negociaciones con China Resources para desprenderse de las acciones que posee en su filial asiática Shanghai RAAS, cuya participación es del 26%. De materializarse este acuerdo, la firma catalana podría reducir deuda en alrededor de 1.500 millones de dólares en el marco de su objetivo de reducir apalancamiento hasta el cuatro veces el ebitda en 2024, frente a las siete veces que supone con datos del cierre del primer trimestre, hasta los 9.300 millones.

Por áreas de negocio, Biopharma, que aglutina la cartera de productos derivados del plasma, ha aportado a la compañía unos ingresos de 2.698 millones este semestre, un 16,7% más, mientras que Diagnostic, la segunda en importancia para Grifols, ha contribuido con 341 millones, un 3,7% más. De forma paralela, el negocio llamado Bio Supplies ha generado 83 millones, un 57,2% más.

En este contexto, el grupo catalán de hemoderivados eleva sus previsiones para este 2023, con la expectativa de que su facturación, incluida Biotest, se eleve entre un 10-12% frente a la franja del 8-10% establecida anteriormente, mientras que en Biopharma, incluida Biotest, se espera un repunte de entre 12-14%. También prevé que el ebitda ajustado se sitúe ligeramente por encima de los 1.400 millones. Tras la presentación de estos resultados, los títulos de la compañía han encabezado las caídas del Ibex 35 con un retroceso del 2,7%, hasta los 13,2 euros por acción.