La Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) mantiene suspendida hasta nuevo aviso la negociación de contratos sobre níquel, que interrumpió el pasado martes como consecuencia de la subida sin precedentes de los precios a raíz de la situación en Rusia y Ucrania. La entidad ha señalado en un comunicado que, en relación con la liquidación de posiciones largas y cortas, las respuestas iniciales indicaron una aceptación potencial limitada, "en particular de aquellos con posiciones cortas", y diferencias considerables en cuanto al precio apropiado.
En ese sentido, el gestor del mercado ha añadido que continúa trabajando en los procedimientos operativos apropiados para efectuar una reapertura segura". "Esto incluye, en particular, bandas de precios, tanto para el níquel como para todos los demás contratos con entrega física", ha añadido.
Además, tras las consultas recibidas por parte de varios participantes respecto del seguimiento del mercado y si LME ha iniciado una investigación sobre el mercado del níquel, el gestor ha recordado que no puede comentar sobre ningún conjunto de circunstancias individuales, pero ha confirmado que monitorea continuamente el mercado en busca de actividad comercial inusual o sospechosa. "Cuando se identifique dicha actividad, la LME tiene amplios poderes de recopilación de información, investigación y cumplimiento de conformidad con su Rulebook, y utilizará estos poderes según corresponda", ha señalado.
La LME se vio obligada a detener la negociación del níquel y cancelar operaciones después de que los precios se duplicaran en apenas un día, una subida "sin precedentes" que disparó el coste hasta los 100.000 dólares por tonelada. El incremento de precios se produjo ante un desajuste de la oferta y la demanda que, además, provocó el cierre masivo de cortos, estrangulando su cotización, para evitar pérdidas millonarias.
El punto de inflexión fue una 'margin call' de la Bolsa de Metales de Londres a China Construction Bank, uno de los principales bancos del país, para elevar sus garantías por la posición corta de uno de sus clientes ante el incremento de los precios. Se trata del magnate chino Xiang Guangda, propietario de Tsingshan Holding Group, el mayor productor de níquel del mundo. La posición corta de Tsingshan podría haber incurrido en pérdidas de valor de mercado de al menos 2.000 millones de dólares solo el lunes, según recoge The Sidney Morning Herald, pero Guangda aún confía en una caída del precio del níquel y mantiene su posición bajista, según cita Bloomberg. La clave está en su capacidad para elevar las garantías de esa posición.
Rusia es responsable del 10% de la extracción global de níquel
El precio del níquel ya acumulaba una importante subida en los últimos meses ante la recuperación de la demanda, pero la guerra en Ucrania y las sanciones de Occidente añadieron tensión al mercado por el miedo a la falta de suministro, ya que Rusia es el responsable de alrededor del 10% de la extracción global de níquel. Gran parte del poder de Rusia en mercado del níquel es gracias a la compañía Nornickel, uno de los grandes productores a nivel mundial de níquel y paladio. La empresa está en manos, precisamente, de uno de los oligarcas rusos más ricos y próximo al presidente ruso Vladimir Putin. Vladimir Potanin preside y posee el 35% del capital de la compañía.
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