Cerca de máximos

El oro también sufre con los tipos pero los expertos auguran un nuevo rally

Los inversores coinciden en que el metal dorado podría contar con vientos en contra en el corto plazo, pero no así en un horizonte temporal más amplio cuando se modere la inflación.

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Los amantes del oro han representado un grupo solitario, pero eso puede estar empezando a cambiar. La semana pasada, el rally del metal dorado hacia los 2.000 dólares la onza empezó a coger más forma, a pesar de los recientes retrocesos hacia los 1.935 dólares de finales de la semana pasada. Los expertos coinciden en que el metal dorado podría contar con vientos en contra en el corto plazo, pero no así en un horizonte temporal más amplio.

Ned Naylor-Leyland, responsable del área de oro y plata de la gestora británica Jupiter Asset Management, concreta que la retórica de halcón de algunos funcionarios de la Fed es “la razón por la que el oro aún no ha alcanzado un máximo histórico en dólar”. Con todo, advierte que “el oro podría enfrentarse a algunos vientos en contra a corto plazo, ya que los tipos reales han subido y se han vuelto positivos recientemente”.

Naylor-Leyland comenta que “el aumento de la inflación y las medidas de contención de los bancos centrales estimulan una mayor demanda del metal precioso” y que “la huida hacia activos de refugio en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania también apuntaló ese movimiento”.

“Una serie de factores podría volver a reducir los tipos de interés reales a corto plazo, dando un impulso a los precios del oro (…) La inflación, principalmente a través de los altos precios de las materias primas, puede ser un factor”, asegura. “La otra posibilidad es que la Reserva Federal no pueda o no quiera aumentar los tipos de interés tanto como los mercados financieros han previsto”, añade el analista de Jupiter.

El experto cree que el hecho de que los precios del oro sigan rondando los máximos recientes demuestra que los inversores son escépticos en cuanto a la capacidad de la Reserva Federal de subir demasiado los tipos de interés. Los analistas están notando que el oro se mueve en la dirección opuesta a las rentabilidades reales, o los rendimientos del Tesoro que se ajustan a la inflación. La idea es que el aumento de los retornos sugiere una mejora de las condiciones económicas, un contexto negativo para el metal dorado, y aumenta el coste de oportunidad de tener oro, que no genera rentabilidad.

A medida que los inversores anticipan un mayor endurecimiento de la Reserva Federal, los rendimientos reales aumentaron con rapidez se volvieron positivos por primera vez desde principios del 2020, según las transacciones de los bonos protegidos frente a la inflación o TIPS.

Jim Reid, jefe de estrategia crediticia y análisis temático de Deutsche Bank, dice que no está convencido de que la predicción del mercado de bonos sobre la inflación futura sea tan útil. En cambio, calcula los tipos reales centrándose en el IPC, que recientemente registró un aumento interanual del 8,5% en Estados Unidos, hasta un máximo de 40 años. Según esa medida, los intereses reales siguen siendo muy negativos. “Y es pero que sigan siendo así en el resto del rally”, apunta Reid.

Los 3.000, ¿objetivo real?

El tipo de escepticismo que expresa Reid sobre una desaceleración suficiente de la inflación está alimentando a los fanáticos del oro con un enfoque de más largo plazo. Lawrence Lepard, socio gestor de Equity Management Associates, apuesta a que el oro alcanzará los 3.000 dólares en los próximos dos años. Se muestra escéptico ante la opinión de consenso de que la inflación ha alcanzado su punto máximo y duda de que la Fed vuelva a reducir el aumento de precios cerca de su objetivo anual del 2%.

“Creo que tienen las manos vacías”, ahonda Lepard, prediciendo que la institución monetaria se endurecerá durante el próximo año antes de que una recesión en la economía y los mercados obliguen a un giro más moderado tanto de la Fed como del BCE. A pesar de que los banqueros centrales dicen que pronto comenzarán a deshacer algunas de las compras de bonos realizadas en los últimos dos años, Lepard prevé recortes de tipos y más flexibilización cuantitativa durante el próximo año. ¿Su apuesta? Más oferta monetaria, más inflación y más demanda de oro a medida que los inversores buscan lo que él llama “dinero sólido”.

David Einhorn, conocido gurú y máximo responsable de Greenlight Capital, abordó ese tema en su carta trimestral a los accionistas la semana pasada. “¿Está la Fed haciendo lo que sea necesario, o simplemente está hablando con dureza, mientras que en realidad implementa una respuesta inicial débil que podría exacerbar el problema? Creemos que es claramente lo último”, destacaba, antes de añadir que los beneficios en los swaps de inflación y el oro en sus fondos compensan con creces las pérdidas en otros activos.

Asimismo, habría un segundo elemento para predecir la tendencia alcista del oro en el largo plazo que muchos alcistas señalan. Lepard dice que la incautación por parte de Estados Unidos de las reservas de divisas de Rusia impulsará una mayor demanda del metal dorado. Y algunos en Wall Street también están comenzando a verlo de esa manera. Es el caso de los analistas de Goldman Sachs que prevén una demanda récord del metal amarillo por parte de los bancos centrales este año a medida que la geopolítica impulsa ciertos cambios hacia este activo.

Eso tiene sentido, dada la extrema aversión al riesgo entre los inversores extranjeros, según indica Joseph Wang, exfuncionario de la Fed, en una carta reciente: “Ahora que ven que sus dólares/bonos del Tesoro pueden ser potencialmente penalizados, es probable que tengan un poco más de oro como parte de sus reservas de divisas en sus carteras”.

Los inversores minoristas también muestran más interés en el metal amarillo. Las ventas de monedas de oro aumentaron alrededor de un 48% en 2021 respecto al año anterior, según muestran los datos de la Casa de la Moneda de los Estados Unidos, mientras que las compras de productos de este metal que cotizan en la bolsa alcanzaron niveles de máximos el mes pasado. El tiempo colocará la situación en el lugar adecuado.

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