Un mal 2022 para la renta fija

La sorpresa de la Fed y el BCE provocan el último susto del año para los bonos

Las rentabilidades de las emisiones públicas se disparan tras los ajustes restrictivos de Powell y Lagarde, que dibujan un escenario de tipos más agresivo y alejan la idea de que se acercan al techo en este ciclo.  

Renta fija
La sorpresa de la Fed y el BCE provocan el último susto del año para los bonos. 
Pexels

El mercado se topa de frente con los bancos centrales otra vez. Las últimas subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed), ambas de 50 puntos básicos, han ido acompañadas de un tono más violento del que se esperaba. La advertencia a modo de 'whatever it takes' tanto de Powell como Lagarde en su cruzada contra la inflación hace temer a los inversores por una recesión más aguda de lo previsto y pone en la diana a la renta fija como víctima colateral de esta política monetaria restrictiva. 

El abrupto despertar de los tipos durante 2022 ha disparado las rentabilidades de los bonos en casi todas las economías, con la consecuente caída de su precio, que se mueve de forma inversa a los rendimientos en función del cupón. El repunte de la inflación resta atractivo a los intereses que ofrecen, sobre todo, los que ya estaban invertidos, mientras los inversores buscan deshacerse de sus posiciones viejas para adquirir nuevos bonos, con los que recogerán un mayor rendimiento. 

A mediados de diciembre de 2021, cuando el brusco giro de la política monetaria tan solo era una posibilidad, el bono español a diez años estaba en el 0,388%. Un año más tarde esta cifra ha alcanzado el 3,2%, con un aumento de casi tres décimas esta semana, tras comenzar el lunes en el 2,9%. El mayor repunte tuvo lugar este jueves, cuando se disparó más de un 6%, al calor de las palabras de Lagarde, rebasando la barrera del 3%, algo que no ocurría desde hace un mes.

Tampoco ha escapado del final del letargo el bono alemán, que rige el pulso del resto de deudas de la zona euro. El anuncio del BCE también le ha presionado al alza rompiendo la barrera del 2%. Su salto ha sido significativo desde diciembre de 2021, cuando estaba instalado en el terreno negativo (-0,026%). Esta tendencia también se observa en los países periféricos del euro, como Grecia o Italia, en los que está por encima del 4%, ante su elevado endeudamiento.  

Por su parte, el bono americano a diez años estaba en el 1,124. Doce meses después, esta cifra se ha triplicado, y se encuentra cercano a la franja del 3,5%. La reacción del mercado a Powell ha sido algo más cauta esta semana, con ligeras caídas entre el martes y el jueves. El repunte se ha recuperado este viernes, con un alza del 0,99%, aunque se encuentra por debajo del umbral de hace seis días. La reacción contraria durante estas jornadas al otro lado del Atlántico puede interpretarse como una señal de incredulidad a que los tipos seguirán en aumento y que la inflación comenzará a aflojar a partir del próximo mes. 

Al calor de estos datos, los fondos de renta fija a largo plazo en España (cuando el Ibex se anotó una subida del 5%), captaron en noviembre un total de 1.269 millones, siendo los que más flujos de entrada registraron, según datos de Inverco. La renta fija en general es la que más captaciones netas suma, hasta 14.208 millones, su nivel más elevado en dos décadas. La clave radica en si la intención de los inversores pasa por mantener la cartera a vencimiento o, por el contrario, se concentran en fondos de bajas duraciones. 

Las gestoras señalan a la renta fija para 2023

De cara a 2023, la mayoría de gestoras coinciden en la recomendación de sobreponderar la renta fija frente a la variable con una visión de corto plazo. "Nuestra confianza en la tendencia a la desinflación conduce a una mayor visibilidad del potencial del mercado de renta fija, sobre todo porque los 'yields' se han recuperado", señalan desde Edmond de Rothschild.

La expectativa de bajo crecimiento durante un periodo de tiempo prolongado, unido a una mayor inflación y a un endurecimiento de la política monetaria restrictiva lleva a BlackRock a mantener esta misma posición, al tiempo que advierten de los riesgos a largo plazo que afrontan los bonos. 

El mayor inversor del mundo ve poco probable que los bancos centrales acudan con rápidas bajadas de tipos al rescate de las economías, como ya hicieron hace una década, en caso de una recesión "que ellos mismos han diseñado" para contener los precios. "En el viejo manual de inversión, los bonos del estado a largo plazo formarían parte de la selección, ya que históricamente han protegido las carteras de la recesión. Creemos que esta vez no", apuntan. 

Después de un ejercicio para el olvido y con la curvas de tipos invertidas, el atractivo por la inversión en renta fija crece entre las casas de análisis, al tiempo que los inversores invitan a hacer una gestión "adecuada" de las amenazas, especialmente, en un entorno tan volátil como el actual. 

El senior CRM de UBS, Jaime Raga, indica que la clave pasará por aprovechar las oportunidades que ofrece este mercado, siempre que se mantengan los "riesgos bajo control". "Un buen punto de partida es evitar las estrategias propensas a la volatilidad observada en los 'gilts' británicos hace unas semanas", subraya. La firma suiza considera que si bien las opciones poco diversificadas funcionaron bien en el pasado, ahora el escenario es diferente.  

Mostrar comentarios