

Al menos 615 migrantes y refugiados han perecido en lo que va de año cuando intentaban llegar de forma irregular a las costas del sur de Europa, entre ellos 217 en la ruta hacia España, según un nuevo balance divulgado este viernes por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En total, 22.439 personas arribaron a Italia, Grecia, Chipre o España en los primeros 122 días de 2018, aproximadamente la mitad que en el mismo periodo de 2017. Italia acumula el 42% de las llegadas, mientras que en el caso español la cifra se sitúa en las 4.409, un 20% del total.
El número de muertes también ha caído en este periodo, de 1.123 en 2017 a 615 en 2018, aunque se han disparado en el caso de la ruta hacia España -de 57 a 217-. El Mediterráneo central, con Italia como destino, sigue siendo el escenario más transitado y peligroso, con al menos 379 fallecimientos.
El balance está basado en estimaciones, en la medida en que no existen informaciones completas sobre el número de personas que podrían haber perecido ahogadas en el Mediterráneo mientras intentaban alcanzar de forma clandestina las costas europeas. Además, la OIM estima que casi 5.000 personas han sido devueltas a Libia por la Guardia Costera del país norteafricano.
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