Una mujer en Hanwell, Londres, logró evitar un atentado terrorista. Ocurrió hace diez años pero la testigo que alertó a la Policía ha hablado ahora contenta porque su testimonio salvó muchas vidas.
Un comportamiento de un hombre le llamó la atención. Estaba comprando 600 kilos de fertlizante. Él aseguro que era para su propio consumo y ella pensó que era mucha cantidad para su propio jardín. "Había dicho que era para su propio consumo, pero ¿600 kilogramos de la fertilizante? Me parecía mucho para emplear únicamente en su jardín", dijo la mujer.
La denuncia, según relata Metro, no fue inmediata porque la mujer pensaba que podría estar implicando a alguien inocente. Finalmente la sospecha de que pudiera estar fabricando explosivos la llevó a denunciar ante la Policía. La sospecha y el recuerdo del atentado en Oklahoma donde murieron decenas de personas. "No podía correr ese riesgo", asegura.
La policía investigó y resultó que el hombre que compró los fertilizantes había planeado ataques junto a otras personas. "Eran días en los que el pánico causado por las bombas estaba a flor de piel, y nuestra acción ha conseguido salvar vidas", ha explicado.
Tras conocerse las intenciones de estos atacantes, se condenó a cadena perpetua a cinco hombres.
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