Rechazan el recurso de Florida y Pablo Ibar abandonará el corredor de la muerte

Rechazan el recurso de Florida y Pablo Ibar podrá abandonar el corredor de la muerte en 15 días
Rechazan el recurso de Florida y Pablo Ibar podrá abandonar el corredor de la muerte en 15 días

Pablo Ibar, el único español condenado a muerte en Estados Unidos, podría estar más cerca de ver terminada su pesadilla. El Tribunal Supremo de Florida (EEUU) desestimó este lunes el recurso presentado por la Fiscalía contra la anulación de la condena a muerte de Ibar, decidida por esa misma instancia judicial en febrero. Es decir, Ibar podría pasar a un régimen penitenciario normal en 15 días. 

Así lo hacía público Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, quien reveló la notificación enviada por el Supremo de Florida al abogado del español, Benjamin Waxman, en la que le comunica que la apelación presentada por la Fiscalía fue desestimada.

El recurso de "reposición" ante el mismo tribunal fue presentado por la Fiscalía estatal el pasado mes de febrero. De esta manera el representante del Estado pretendía revertir el dictamen emitido unas semanas antes sobre la condena a muerte de Ibar por los asesinatos de tres personas, el dueño de un local nocturno y dos modelos, cometidos en 1994.

Por lo que el dictamen del Supremo de Florida sigue en pie. Es decir, habrá una celebración de un nuevo juicio contra el español después de que en una decisión favorable de 5-2 votos, los jueces del Supremo de Florida declararan que los derechos de Ibar fueron violados como resultado de una pobre representación legal, por culpa de su abogado defensor, Kayo Morgan.

Según la información recabada por la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, el traslado del español a un régimen penitenciario normal puede producirse "en un plazo máximo de 15 días".

15 años en el corredor de la muerte

A finales de junio de 1994 la policía entró en un domicilio de la localidad de Mirarmar, en el Estado de Florida y halló los cuerpos sin vida del propietario de la casa, Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno, y dos de sus bailarinas, Sharon Anderson y Marie Rodgers. La consiguiente investigación culminó en la acusación formulada el 25 de Agosto de 1994 contra Seth Peñalver y Pablo Ibar.

Ya han pasado 22 años desde entonces. Media vida entre rejas y 15 años en el corredor de la muerte. Este es el tiempo que Pablo Ibar lleva luchando contra una pena que se le impuso en el 2000 cuando fue condenado a la pena capital por el triple asesinato.

Varias deficiencias en el proceso

El primer error con el que Ibar se topó fue su abogado. Kayo Morgan, un abogado de oficio, no pasaba su mejor momento cuando se encontró con un caso de triple asesinato entre sus manos. El abogado no presentó ni tan siquiera un experto en reconocimiento facial cuando una de las pruebas con mayor peso para la Fiscalía era un vídeo en el que supuestamente se veía la cara de Ibar. 

Ni el ADN, ni la sangre, ni las huellas corresponden con las suyas. La única prueba que el Estado tiene contra el es un vídeo borroso y en blanco y negro en el que la cara del asesino parece ser la de Pablo. Este ha sido uno de los argumentos de peso examinados por el Tribunal Supremo de Florida para la anulación de la condena: El "ADN de Ibar no fue encontrado en la camiseta recuperada" en el lugar del triple crimen y que el asesino usó para "cubrirse parcialmente el rostro".

Asimismo, la defensa de Ibar, quien siempre ha mantenido su inocencia, resaltó en su apelación ante el Supremo de Florida la poca fiabilidad de la prueba determinante, un vídeo "sin sonido, borroso, granulado", grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club y el testimonio, en ese sentido, de un experto facial que lo tacha de nada fiable.

El vídeo en blanco y negro fue grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club nocturno y en el mismo aparecen dos individuos con el rostro cubierto buscando objetos de valor. Al final de la grabación se observa cómo uno de ellos se descubre la cara y, pese a la mala calidad de la imagen, la Fiscalía dijo en el juicio que esa persona era Ibar.

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