Aguas turbulentas entre Cuba y Estados Unidos con la inmigración de por medio

  • Las relaciones entre los dos vecinos llevan década enquistadas por la política norteamericana que permite que la mayor parte de cubanos que llegan al país se conviertan en residentes legales. Ahora intentan alcanzar Estados Unidos a través de México.
Con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca se ha reducido ligeramente la tensión entre Cuba y Estados Unidos | Flickr (Zedzap)
Con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca se ha reducido ligeramente la tensión entre Cuba y Estados Unidos | Flickr (Zedzap)
Nick Miroff | GlobalPost para lainformacion.com
Nick Miroff | GlobalPost para lainformacion.com

LA HABANA— En sus relaciones diplomáticas, EEUU y Cuba son como una agria pareja de divorciados, cuya historia común está tan estropeada por rencillas y recriminaciones que resulta difícil plantearse cómo empezar a hablar de nuevo.

Así que con la Administración Obama ofreciendo un nuevo comienzo y una mano tendida, y Cuba dando la bienvenida a las aperturas, ambas partes se están preparando para hablar sobre un tema que les preocupa: la migración. Las discusiones se plantean como el potencial pilar para construir un diálogo más amplio entre los dos países.

Y sin embargo, mientras los rompehielos avanzan, la emigración de Cuba hacia EEUU no se podría calificar exactamente de pecata minuta. En cierto modo, el tema está en el núcleo de los 50 años de relaciones estancadas entre los dos vecinos, y varios viejos principios de las políticas estadounidenses probablemente serán revisados de nuevo si la administración Obama analiza las quejas cubanas.

"e;En el contexto de la economía de guerra contra la revolución cubana"e;, indica un comunicado del Ministerio de Exteriores de Cuba, "e;la política migratoria de Estados Unidos ha constituido uno de los instrumentos más importantes de la hostilidad estadounidense hacia la isla, diseñada para desestabilizar a la sociedad cubana, desacreditar a su sistema político, vaciar a Cuba de capital humano y establecer la estructura para movimientos contrarrevolucionarios encargados de realizar ataques terroristas y actos agresivos contra la gente cubana que lucha por construir una nueva nación"e;.

Ley polémica

En el centro de la ira de La Habana está la Cuban Adjustment Act o Ley de Ajuste Cubano de 1966, la norma estadounidense que permite que la mayor parte de los emigrantes cubanos que llegan a suelo de EEUU se conviertan en residentes del país y reciban asistencia gubernamental. Un privilegio, según reza un reciente informe del Congreso de EEUU, "e;que no tiene ningún otro grupo o nacionalidad"e;. Según ese informe, unos 50.000 cubanos se convirtieron en residentes permanentes de EEUU en el año fiscal 2008, convirtiendo a la isla en su quinta fuente de inmigrantes, detrás de México, China, India y Filipinas.

Algunos emigrantes cubanos hacen el viaje de 90 millas (unos 145 kilómetros) entre ambas costas en fuerabordas de contrabandistas o balsas caseras. Sin embargo, un número cada vez mayor llega a través de México. En el año fiscal 2008 casi 10.000 cubanos entraron en EEUU a través de la frontera de Laredo. Mientras inmigrantes de otros países buscan formas para colarse en EEUU, la Ley de Ajuste Cubano permite a los cubanos entrar en el país justo por la puerta principal, tengan o no tengan visado.

Ese privilegio especial, según el gobierno cubano, ha resultado ser un incentivo poderoso e insidioso para que sus ciudadanos se marchen de la isla, a menudo asumiendo importantes riesgos personales. Según La Habana, EEUU intenta por un lado arrinconar económicamente a la isla con sanciones comerciales, mientras que por el otro está concediendo un tratamiento favorable a los cubanos que intentan escapar de la pobreza.

Cuba califica esta política de ley asesina y culpa de ella a la muerte de los balseros cubanos que desaparecen o se ahogan cada año en el estrecho de Florida, como la madre de Elián González, el niño que volvió a la isla con su padre después de una intensa disputa sobre su custodia espoleada en parte por las peculiaridades de las reglas sobre inmigración EEUU-Cuba.

Las autoridades de EEUU sostienen que los inmigrantes cubanos son refugiados del sistema comunista de la isla y de su fallida economía estatal, y esta diferencia es la que ha llevado periódicamente a crisis bilaterales. Durante el éxodo del Mariel, en 1980, unos 125.000 cubanos llegaron en masa a Florida. Otros 40.000 llegaron durante la crisis de los balseros de 1994, que sirvió para perfilar partes esenciales del actual acuerdo migratorio entre ambos países.

A raíz de dicho acuerdo, los cubanos que son interceptados en el mar por las autoridades de EEUU son devueltos a Cuba, mientras que aquellos que consiguen tocar suelo estadounidense son autorizados a quedarse en virtud de la Ley de Ajuste Cubano. La política es conocida como pies mojados/pies secos y el gobierno cubano asegura que aumenta los riesgos de cruzar el estrecho y beneficia a los contrabandistas, que pueden llegar a cobrar más de 10.000 dólares o más por el horroroso viaje nocturno en lancha rápida a Florida.

Desde 1995 el número de emigrantes cubanos recogidos en el mar por la Guardia Costera de EEUU ha subido de forma vertiginosa, según datos del gobierno norteamericano, llegando a alcanzar el nivel máximo hasta ahora de 2.868 en el año fiscal 2007.

Tanto EEUU como Cuba preferirían que los emigrantes utilizaran un sistema de visados en lugar de la denominada Lotería Especial de Migración Cubana, conocida popularmente en La Habana como el Bombo, que también se estableció tras la crisis de 1994.

Se dice que los ganadores de un visado han ganado el Bombo si salen elegidos. Se supone que cada año EEUU concede 20.000 visados de inmigración a través de su oficina consular en La Habana, aunque el número real no es habitual que llegue a tal (un hecho del que ambas partes se culpan mutuamente). En el último periodo de registro en el consulado, en 1998, unos 541.000 cubanos presentaron su nombre para el sistema de lotería, según las autoridades de EEUU (en torno a un 5 por ciento de los 11 millones de habitantes de la isla).

Los acuerdos de 1994 también establecieron que ambos países se reunirían dos veces al año para velar por la inmigración segura, ordenada y legal. Pero en 2004 esas reuniones fueron paralizadas por la administración Bush.

Ahora se espera que la reanudación de esos encuentros aporte un marco para mayores avances. Atendiendo a un compromiso electoral de Obama para llegar a acuerdos con Cuba, la administración de EEUU anunció recientemente que volvería a entablar las conversaciones sobre migración. Cuba también ha aceptado una propuesta para estudiar el restablecimiento del correo postal directo y ha pedido que se amplíen las discusiones para incluir asuntos de interés mutuo como la lucha contra las drogas, las medidas frente a los huracanas y los esfuerzos antiterroristas.

"e;El presidente Obama y yo estamos comprometidos a hacer un nuevo planteamiento"e;, ha dicho la secretaria de Estado Hillary Clinton. "e;Creemos que hemos hecho más progresos en cuatro meses que en muchos años"e;. No se ha fijado aún una fecha para el encuentro, pero en el Departamento de Estado indican que se está cerca de cerrar un acuerdo.

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