Nueve meses fue el tiempo que estuvo una mujer echando ansiolíticos al café de su compañera de trabajo para que empezara a cometer errores que acabaran en un despido. Ahora se enfrenta a una pena de cuatro años de cárcel, según publica el diario 'La República'. Ambas trabajaban en una agencia de seguros.
La víctima cuando se tomaba su café notaba más sueño del normal, estaba lenta de reflejos... todas las causas que produce la ingesta de ansiolíticos. El abogado de la víctima aseguraba que esa droga induce fatiga, dolor de cabeza, mareos, dolor muscular...
Fue ella misma la que se dio cuenta de que algo le estaba ocurriendo a su café porque cuando se quedaba en casa no notaba ningún malestar. Incluso los médicos no supieron darle un diagnóstico de lo que le podía estar sucediendo.
El plan empezó a rondar por la cabeza de la condenada cuando se enteró de que podía haber despidos en la firma de seguros donde ambas estaban empleadas. Las dos tenían las mismas funciones.. aprovechaba que eran varios los que preferían pedir el café de la tienda cercana a la empresa para ir ella y echar la medicina en polvo.
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