"Así, así, así lucha Madrid"

  • La protesta ha sido multitudinaria, festiva y pacífica. Jubilados, jóvenes, parados, trabajadores, familias... Todos ellos en representación de si mismos y asegurando no sentirse representados por ningún color político o sindical. En todo momento han querido dejar clara una cosa: "la única violencia es cobrar 600 euros".
EFE

Al grito de "Así, así, así lucha Madrid" varios miles de ciudadanos se han echado a la calle, desde primera hora de la mañana, para protagonizar una protesta multitudinaria que ha transcurrido en tono festivo, de forma pacífica y en la que han tenido cabida todo tipo de mensajes contra la crisis y el capital.

Jubilados, jóvenes, parados, trabajadores, familias...han participado en las seis columnas que, desde las 09:00 horas, han salido de diferentes puntos de la Comunidad como Leganés, Getafe, Vallecas, Hortaleza, Plaza de Castilla y Corredor del Henares, entre otros, para culminar en la Plaza de Neptuno, a unos trecientos metros del Congreso de los Diputados.

"Dormíamos y despertamos", "No estamos mudos aunque os hagáis los sordos", "¡A la calle que ya es hora!", "Parados, moveos"... estas son algunas de las pancartas que a título individual portaban los manifestantes que insistían en que sólo se representaban a sí mismos y rechazaban cualquier color político y sindical.

De hecho, las marchas han sido convocadas por la Coordinadora de Barrios y Pueblos en Lucha, que avala las asambleas de barrios fruto del Movimiento 15-M y mantienen el carácter independiente que tiene su origen en el espíritu de la acampada de Sol.

Salva, un parado de 27 años, ha partido desde el barrio de Carabanchel para manifestarse en favor del trabajo y contra la corrupción, para ello llevaba una pancarta en la que se podía leer: "Charcutería 'Gobernantes'. Prueben nuestra gran variedad de chorizo Gürtel, chorizo Malaya, chorizo Pretoria y Chorizo Palau".

En todo momento, los manifestantes han querido desmarcarse de cualquier incidente violento y en sus pancartas también han sido frecuentes los llamamientos a una marcha pacífica porque "la única violencia es cobrar 600 euros".

El tono festivo de una mañana de domingo se ha podido también apreciar en los improvisados ciclistas que recorrían el centro de Madrid y que se han sumado a la marcha y en los numerosos vecinos que se han asomado a los balcones para aplaudir a los "indignados".

"¡Que no, que no, que no nos representan!", en alusión a los políticos y "un bote, dos botes, banquero el que no bote", han sido algunos de los gritos coreados durante las marchas que aunque oficialmente finalizaban sobre las 15:00 horas, continuaban a primera hora de la tarde.

También en tono festivo y a lo largo del Paseo de Castellana, los manifestantes han entonado la canción de "Un elefante se balanceaba en la tela de una araña" variando las palabras y sustituyéndolas por: "Un banquero se balanceaba en la burbuja inmobiliaria".

Uno de los momentos más aplaudidos de la mañana, ha sido cuando las marchas procedentes del norte y del sur de Madrid se han encontrado en la Plaza de Neptuno, cinco horas después de la salida, al grito de "¡Por fin estamos todos!".

Ya en la Plaza, la masiva manifestación se ha tornado más reivindicativa y dos parados han leído un manifiesto, con el Congreso de fondo, flanqueado por una treintena de policías, en el que se reclamaba una huelga general, llamamiento que ha sido aplaudido con entusiasmo y repetido durante las marchas.

Delante de esa barrera policial los organizadores han velado en todo momento por que nadie provocara incidentes violentos e incluso han instado a los agentes a unirse a la protesta.

Conocedores de que había miembros de la Brigada de Información infiltrados para desactivar cualquier conato de violencia, los manifestantes en tono jocoso han coreado "se nota, se siente la Secreta está presente" y otras frases como "el pinganillo no se te ve".

Al tiempo, algunos de los presentes han increpado a un hombre de quien sospechaban era uno los agentes infiltrados por lo que, reiteradamente, lo han invitado a irse "con los suyos".

No obstante, este ha sido un incidente aislado en una mañana festiva y reivindicativa que ha finalizado con "un pic-nic antifatiga" para reponer fuerzas.

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