De los candidatos 'rana' de EE.UU. a las muchas 'ranas' de Podemos

El centro del universo informativo se traslada a EE.UU. Como dicen las promos de las teles yanquis con una voz ronca y engolada de ultratumba: “America decides”. Nótese que no dicen Norteamérica o Estados Unidos decide, sino América, y es que ellos aunque se sienten el centro del Universo mundial sólo quieren destacar y abarcar su continente, qué gran gesto de humildad.  

Si bien el título de la promo “America decides” está escrito en inglés se entiende perfectamente en español. Lo que puede que cueste más de entender sea el resultado electoral de esa América que decide pero no sabe muy bien entre qué. Si gana Trump habrá que sacar el botiquín de emergencias paranormales y populistas. Si gana ella, Clinton, habrá que atarse bien los machos porque Hillary no es una señora cualquiera sino más bien una mujer cegada por la ambición y el ansia de autoridad. Desde que su marido estuvo en la Casa Blanca, no ha cesado ni un minuto en preparar su asalto al poder. ¿Lo logrará? Es su única oportunidad.

 Lo más sensato que se puede decir de los candidatos es que ambos son nefastos para EE.UU. y para el mundo occidental. Por razones distintas pero con un mismo mal verdadero. Ya tendremos tiempo de analizar los motivos del por qué ha ganado uno u otro. Pero de entrada está claro que la votación de este martes/miércoles es un test sobre el machismo y el populismo en Estados Unidos. No es el único argumento, pero la testosterona y la demagogia digerida jugarán un papel crucial a la hora de frenar a Hillary o promocionar a Donald.

Hace ocho años EE.UU. estuvo preparada para nombrar a su primer presidente de raza negra. Ahora, ante la primera mujer presidenta, la cosa no está tan clara, y eso que a la señora Clinton le han puesto delante a un payaso listo con ínfulas de ser el macho Alfa de la galaxia.A la señora Clinton le han puesto delante a un payaso listo con ínfulas de ser el macho Alfa de la galaxia

La América del Norte profunda y poco cultivada, la que siempre se queda en casa a la hora de ir a votar o de decidir quién debe gobernar la nación más poderosa del mundo, puede que esta vez despierte y se acerque a las urnas para fastidiar a Hillary y dar su apoyo a Trump, un tipo machista y racista como la mayoría de norteamericanos de esa América profunda que vive silenciosamente entre los seudo-modernos de la costa Este y los playeros de la costa Oeste.De bruces con el populismo made in Spain de Podemos

Pero si quitamos los ojos de EE.UU y del populismo de Trump, nos damos de bruces con el populismo made in Spain de Podemos. Dos mundos opuestos que coinciden en un mismo destino: la conquista del poder de manera extravagante, vocinglera, y dando soluciones fáciles (casi siempre falsas) a los grandes problemas, y una vez instalados en el poder, se olvida lo prometido.

Digo esto, porque en las últimas 48 horas entre lo del pisito de Ramón Espinar y los podemitas del Gobierno balear, suspendidos cautelarmente por corrupción y tráfico de influencias, uno empieza a pensar que la pureza y honradez de Podemos era impostada e importada de la Venezuela de Maduro, o sea, poca y mala.Entre lo del pisito de Espinar y los podemitas del Gobierno balear uno empieza a pensar que la pureza y honradez de Podemos era impostada e importada de la Venezuela de Maduro, o sea, poca y mala

He de confesar que tenía la esperanza de que Podemos pudiera traer a la política española cierta honradez. Pero después de ver los casos mencionados más lo de Pablo Echenique, que no cotizaba ni pagaba impuestos por un ayudante; o los pisos “conseguidos fácilmente” por Tania Sánchez, su padre y su hermano; o los miles de euros del gran Monedero, o el chollo laboral de Íñigo Errejón en la Universidad de Málaga, o la financiación turbia del partido, etc., etc.; se puede llegar a dos tristes conclusiones: que de pureza y honradez muy poca, y menos para dar a los demás grandes lecciones; y que quién es infiel o injusto en lo poco, también será infiel o injusto en lo mucho.

Si algunos diputados de Podemos no han “robado” tanto como algunos diputados del Partido Popular, algo totalmente deleznable y condenable, no es porque sean mucho más honrados, sino que no han tenido ocasión por no estar en los sitios donde se manejan los grandes cotarros y los grandes contratos económicos. Los que han tenido una ocasión para beneficiarse, como Ramón Espinar, no han dejado escapar la oportunidad.

Sin apenas haber tocado poder, ya salen de Podemos muchos casos de corrupción, directa o indirecta, de más o menos intensidad. ¿Qué será cuando estos avispados políticos tengan el verdadero poder?, se preguntará cualquier ciudadano honrado y bien informado. Pablo Iglesias y los dirigentes de Podemos deben ponerse muy serios al controlar el pasado y el futuro de los miembros de su partido, no vaya a ser que ellos también tengan entre sus filas muchas de esas ranas que tantos disgustos le dieron a Esperanza Aguirre.