Un grupo radical kurdo cercano al PKK reivindica el atentado de Ankara

El grupo radical kurdo Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), cercano a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), reivindicó este jueves el atentado con coche bomba que el domingo dejó 35 muertos en Ankara.

"El 13 de marzo por la noche, un ataque suicida fue perpetrado a las 18h45 en las calles de la capital de la república turca fascista. Reivindicamos este ataque", dijo el grupo en una declaración publicada en internet.

En medio del clima de alerta y temor que reina en Turquía desde el domingo, Alemania decidió este jueves cerrar sus representaciones en el país por razones de seguridad. Esta medida excepcional afecta a la embajada en Ankara, así como al consulado general y al instituto alemán en Estambul.

El pasado 12 de enero, doce turistas alemanes murieron en otro atentado suicida perpetrado en el centro histórico y turístico de Estambul, cerca de la basílica de Santa Sofía y de la Mezquita Azul. El gobierno atribuyó el ataque al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El grupo TAK justificó el atentado del domingo pasado como una respuesta a las operaciones de las fuerzas turcas en varias ciudades kurdas del sureste, donde los kurdos habían proclamado su "autonomía". Estas intervenciones dejaron decenas de civiles muertos.

"Esta acción fue llevada a cabo para vengar los 300 kurdos muertos en Cizre y nuestros civiles heridos", según la declaración. "Queremos pedir perdón por las pérdidas civiles que no tienen nada que ver con la guerra sucia dirigida por el Estado fascista turco", precisó el grupo.

En su texto, el TAK difunde la foto de una mujer, Seher Cagla Demir, alias Doga Jiyan, de 24 años, presentada como la autora del ataque. Se confirma así la identidad de la "kamikaze" publicada por las autoridades turcas.

Según el ministerio turco del Interior, la mujer fue entrenada en Siria por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), el brazo armado del principal partido kurdo de Siria, considerado "terrorista" por Turquía.

Protegido por un impresionante dispositivo de seguridad, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu y su esposa Sare depositaron este jueves claveles rojos en el lugar del atentado, en homenaje a las víctimas.

El grupo TAK ya había reivindicado el ataque suicida del 17 de febrero contra un convoy militar que causó 29 muertos. También reivindicó el ataque contra el aeropuerto Sabiha Gökçen de Estambul, el 23 de diciembre, donde murió una persona.

Por su parte el PKK desmiente cualquier vínculo con TAK, responsable en los año 2000 de varios atentados sangrientos contra lugares turísticos. Pero las autoridades los consideran como una emanación de la rebelión kurda, utilizada en ataques contra civiles.

El año pasado se reanudaron los combates entre las fuerzas de seguridad y el PKK en numerosas ciudades del sureste de Turquía, de población mayoritariamente kurda. Los combates pusieron fin a la frágil tregua entre el gobierno y el PKK, que lleva a cabo una insurrección armada desde 1984.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, criticado por no poder impedir estos atentados, ha vuelto a activar la ofensiva contra quienes considera cómplices del terrorismo, entre ellos políticos, periodistas o intelectuales.

Erdogan pidió al parlamento, donde su partido tiene mayoría absoluta, que levante "rápidamente" la inmunidad de cinco diputados del Partido Demócrata de los Pueblos (HDP, prokurdo), perseguidos por "propaganda" en favor del ilegal PKK.

Todo ello se produce cuando se celebra desde este jueves una nueva cumbre en Bruselas, en la que la Unión Europea (UE) debe cerrar un nuevo acuerdo con Ankara para frenar el flujo de migrantes. Varios países de la UE han expresado sus reticencias a la firma de un texto con dirigentes turcos acusados de ser autoritarios.

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