Chávez controla hasta las facturas de viaje de los venezolanos

  • Los venezolanos están acostumbrados a ir de compras al extranjero. Pero ahora tendrán que rendir cuentas por ello: el presidente Hugo Chávez quiere saber exactamente dónde van, qué compran y cuánto tiempo estarán fuera del país.
Un hombre lee el periódico sentado en un banco de un centro comercial de Caracas (Venezuela)
Un hombre lee el periódico sentado en un banco de un centro comercial de Caracas (Venezuela)
Jorge Silva | GlobalPost para lainformacion.com
Matthew Walter | GlobalPost para lainformacion.com

(Caracas, Venezuela).Desde ahora, los ciudadanos venezolanos deben informar a su gobierno del lugar adónde viajan y guardar las facturas para demostrar en qué gastaron el dinero. Los infractores podrían quedarse sin tarjetas de crédito.

La agencia gubernamental Cadivi también ha fijado nuevos límites a la cantidad de divisas que se pueden sacar del país. Los criterios se basan en el destino y la duración del viaje y las mayores franquicias son para quienes van a Oriente Medio, Europa, África y Asia. Los venezolanos que visiten Colombia, una nación que Chávez califica de títere de EEUU, sólo pueden obtener un máximo de 700 dólares en el período de un año, el montante más bajo entre todos los países.

Las nuevas restricciones llegan un año después que Chávez redujera a la mitad la cantidad de dinero que los venezolanos pueden sacar del país.

Los economistas sostienen que la norma es un intento para mantener las reservas internacionales de Venezuela y evitar que se devalúe el bolívar. Una devaluación podría provocar una espiral inflacionista y las cifras de Venezuela ya se encuentran entre las más altas del continente.

El sector turístico se prepara ahora para un colapso de la demanda debido a la nueva normativa, explica María Eugenia Troconis, directora de la agencia Saeca Carlson Wagonlit Travel, en Caracas. La demanda de billetes de avión y paquetes turísticos a EEUU y Europa ya había caído un 30 pr ciento este año. Para el 2010 espera una disminución adicional del 40 por ciento.

Antes de que Chávez comenzara a restringir los dólares para viajes, a principios de 2009, los venezolanos estaban acostumbrados a viajar barato y aprovechar el tipo de cambio inflado de la divisa venezolana: 2,15 bolívares por dólar desde el 2005.

En 2003, Chávez implantó controles sobre las divisas extranjeras para evitar una fuga de capitales durante un período de alta volatilidad política. Inmediatamente surgió un mercado negro de divisas, donde los venezolanos pagan hoy en día hasta 5,95 bolívares por dólar.

"Esto afectará a todo el sector", afirma Troconis, la agente de viajes, y añade que el Gobierno "nos está poniendo barreras".

Mirta Uzgategui, de 59 años, posee una tienda de ropa en la isla Margarita, un paraíso para las compras a 200 millas de Caracas. Esta mujer rubia, siempre a la moda, se prepara para coger un vuelo a Los Ángeles, con escala en Houston. Dice que viaja varias veces al año para comprar ropa para su tienda. Se queja que con los 2.500 dólares de límite que le imponen para viajar a EEUU no cubre ni siquiera un viaje.

Para los viajeros que no obtienen autorización para comprar divisas, la única opción es ir al mercado negro paralelo. Es un sistema evidentemente poco transparente donde la gente confía en blogs y cuentas de Twitter para saber el verdadero tipo de cambio.

"Lo que están intentando hacer es mantenernos aquí", declara Iván Lenín, un ingeniero electrónico, de 32 años, antes de coger un vuelo de Caracas a Sao Paulo para una reunión de trabajo. "Toda esta burocracia es muy engorrosa".

Muchos venezolanos de clase media ven las normas como una herramienta más del gobierno para satisfacer su deseo de controlarlo todo. Chávez se ha hecho famoso por atacar al sector privado a través de la nacionalización e incautación de empresas y propiedades. Las restricciones también le permiten usar las divisas como arma política. El presidente venezolano ha anunciado que sólo los importadores de alimentos y medicamentos tendrán un tratamiento prioritario para recibir dólares al tipo de cambio oficial. Esto obligará a los particulares a comprar dólares en el mercado paralelo, no regulado, y aumentará en un 180 por ciento el coste de los productos importados y los viajes internacionales.

Las nuevas trabas para obtener divisas también perjudican a los pequeños empresarios, que no tienen tiempo ni enchufes con el gobierno para saltarse la burocracia.

"Viajo por negocios pero ya he tenido que comprar dólares en el mercado paralelo porque los de precio oficial prácticamente no existen", afirma Uzgategui, la dueña de la tienda.

El recorte de divisas para viajar a Colombia es el más drástico de todos. Venezuela es el segundo socio comercial de los colombianos y el intercambio entre ambos países ha caído severamente desde que llegara a los 7.000 millones de dólares en el 2008. Chávez anunció en julio sus planes para "congelar" las relaciones con su vecino.

El líder venezolano siempre destaca la figura del ex presidente cubano Fidel Castro y promueve abiertamente el socialismo en el país. Según José Manuel Puente, profesor de política pública y económica en el Instituto de Estudios Superiores de Administración de Caracas, Chávez ha impuesto nuevas medidas por necesidad y no sólo por razones políticas.

Las cifras del Banco Central indican que en los primeros nueve meses del año, las exportaciones han disminuido un 50 por ciento. El sector se ha visto perjudicado por la caída de precios, los campos petrolíferos en declive y los recortes de producción impuestos por la OPEP, a la cual pertenece Venezuela. "El Gobierno no tiene suficientes petrodólares para cubrir la alta demanda existente. Lo que están creando es un sistema de racionamiento de dólares", concluye Puente.

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