China se queda sin agua

  • Pekín consume más agua al año de la que generan todas sus fuentes de abastecimiento combinadas, según el Chinese Statistical Yearbook 2007, lo que convierte la escasez de agua en la mayor amenaza medioambiental de China, junto con la contaminación atmosférica. Si no se toman medidas, la capital probablemente se tendrá que enfrentar a una severa falta de recursos hídricos.
China reconoce que el vertido de diesel en el río Amarillo es "grave"
China reconoce que el vertido de diesel en el río Amarillo es "grave"
Daniel Enking | GlobalPost

(Pekín, China). En los últimos 10 años, Tang Huizhong ha visto bajar el nivel del agua del río local hasta alcanzar una altura que apenas sirve para que los peces sigan su curso. "El nivel del agua es mucho más bajo de lo que solía ser. Tendrán suerte si logran capturar algún pez", dice Tang, apuntando hacia unos hombres que pescan en un canal. "Mira, ni siquiera hay agua suficiente para que funcione la presa".

Natural de Shanghái, Tang se trasladó con su familia a Pekín en 1951, cuando tenía dos años, y desde entonces ha sido testigo del impresionante desarrollo y crecimiento de la ciudad. Hace unos 10 años, durante sus paseos por las montañas cercanas a su casa, empezó a notar cómo empezaba a bajar el caudal del río. "Antes, siempre que llovía con intensidad el agua bajaba de las montañas en cascada. Pero ahora la tierra está tan seca que absorbe rápidamente todo el agua que cae", explica Tang. "Cuando llegué aquí por primera vez, el agua en los ríos era lo suficientemente profunda como para que la gente se bañase en ellos. Pero ahora, en algunos sitios ya no queda nada de eso. Ha habido un cambio enorme".

Datos científicos recogidos durante la última década avalan las observaciones de Tang. El caudal del río Amarillo, el más largo del norte de China, ha descendido de 40 millones de metros cúbicos a 25 millones entre el principio de la década de 1980 y 1990, según el economista de RAND (una ONG dedicada a la investigación y el desarrollo con sede central en EE UU)Charles Wolf en su libro de 2003 "Fault Lines in China's Economic Terrain".

Tang trabajó para la siderúrgica Capital Iron and Steel Co, cuya actividad domina la vida del pequeño pueblo de Moshikou. La llegada de la fábrica de acero en 1983 también supuso la llegada de grandes complejos de apartamentos y centros comerciales, que rápidamente engulleron la vieja localidad y drenaron recursos como el agua. "En la década de 1950 había 40 pozos naturales en el pueblo", recuerda. "Ahora, todos están secos, menos uno. El precio del abastecimiento de agua en nuestras casas se ha disparado de forma increíble".

A finales de la década de 1970, cuando Tang cursaba ingeniería mecánica en la universidad, no se hablaba sobre problemas globales. Aprendió inglés, pero después de 30 años casi no se acuerda de nada. Tan sólo rebuscando entre noticias e informándose ha logrado entender temas nacionales e internacionales tales como el cambio climático, la escasez de recursos y la superpoblación.Tang apunta al cambio climático y a la industrialización descontrolada como los causantes de la escasez de agua y otros males.

"Es cierto que ahora hay más gente en la ciudad, y que gasta más agua. Pero las fábricas también son grandes consumidoras de agua", dice. "Por ejemplo, hay un río cercano llamado Yong Ding He. Tiene una presa con agua por un lado, pero seca por el otro. Todo el agua del río se usa para la fábrica de acero y las centrales eléctricas de la zona".

El consumo de agua industrial aumentó en un 94 por ciento entre 1980 y 1993, y se ha acelerado a lo largo de lo que va de siglo, según Charles Wolf.

Desde la cima de una montaña cercana, uno puede ver cómo la fábrica de Capital Iron and Steel se extiende por todo el valle. También se pueden ver grandes centrales de carbón en las laderas, justo al lado de un antiguo templo budista.El pasado 30 de diciembre una tubería dañada provocó el vertido de unos 150.000 litros de diesel a un afluente del río Amarillo, en la provincia de Shaanxi. Tres condados de la provincia han advertido a su población que no consuma agua del río debido al derrame, cuyos restos se han detectado río abajo. El río Amarillo surte de agua a aproximadamente 140 millones de personas, así como a numerosas fábricas y granjas en el norte de China.

Durante un paseo, Tang señala una pequeña aldea de la montaña. "¿Ves la altura de los cultivos?", pregunta. "Tendrían que ser mucho más altos en esta época del año, pero la falta de agua está afectando a su crecimiento".Para tratar de combatir la grave escasez de agua, explica Tang, el Gobierno está promoviendo una proyecto denominado "nan shui bei diao", que consiste en desviar agua del río Yangtsé, en el sur, para abastecer al norte del país. Pero este ex trabajador siderúrgico advierte que el plan "es únicamente una solución a corto plazo".

"El problema del agua no es sólo de Pekín", dice. "Es nacional, e incluso global. Creo que el único modo de resolverlo es cuidando más del agua".

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