Christopher Paolini regala a los seguidores de Eragon su "Legado"

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Laura Serrano-Conde.

Madrid, 19 dic.- Con más de 26 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y miles de fans en las redes sociales, Christopher Paolini, el autor de la exitosa saga Eragon, pone ahora el punto y final a este fenómeno juvenil con "Legado", una historia en la que promete "humor, aventuras, batallas y muchos dragones".

"Cuando estaba escribiendo las últimas páginas de la saga sentí una ola de calor por mi cuerpo, empecé a temblar. No pensé que terminar la serie me afectaría tanto, pero fue así, fue una reacción muy intensa. Tuve que dejarlo durante uno días y esperé hasta que estuve más calmado", ha explicado Paolini (Carolina del Sur, EEUU, 1983) en una entrevista a Efe.

No hace demasiado tiempo, Eragon era un joven muchacho, que vivía en una granja y jugaba con su dragona Saphira. Ahora, el destino de su pueblo está en sus manos: deberán enfrentarse a Galbatorix en una batalla sin precedentes, y la victoria será imprescindible, porque de lo contrario toda una civilización estará perdida.

¿Lograrán derrocar al malvado rey y restablecer la paz en Alagaësia? El libro engancha con el final de la tercera parte "Brisingr" -"fuego" en el ficticio idioma antiguo de Alagaësia- y prepara a los lectores para iniciar junto a Saphira y Eragon el camino a Urû'baen, donde les espera el temido rey Galbatorix para enfrentarse a la batalla final.

"Escribir 'Legado' (Roca Editorial), ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida, pero estoy muy orgulloso de cómo ha quedado, creo que es el mejor de los cuatro libros que forman la colección. Ahora sólo espero no defraudar a mis lectores y que disfruten con la historia", asegura.

Con sólo quince años, Paolini comenzó a escribir el que se convertiría en el libro de fantasía juvenil con más éxito de los últimos años; sin embargo, hasta 2002 no vio la luz "Eragon", al que siguió "Eldest" y el citado "Brisingr".

"Cuando escribí 'Eragon' nunca pensé que nadie aparte de mi familia fuera a leerlo. Fue un proyecto personal y no tenía grandes esperanzas. Estaba orgulloso, claro, pero nunca pensé en publicarlo", confiesa.

"Ahora, saber que lo han leído millones de personas es increíble. Estoy sorprendido y agradecido a todos los que han estado conmigo estos años porque gracias a ellos he podido dedicarme a lo que más me gusta, que es contar historias", añade.

Más de una década después, la saga ha saltado a la gran pantalla -la película "Eragon" (2006) contó con la participación de Jeremy Irons y John Malkovich-, cada uno de sus ejemplares tiene un hueco privilegiado en las librerías de todo el mundo y miles de adolescentes han crecido con las aventuras protagonizadas por este valiente campesino.

Paolini confiesa que afronta con tristeza el final de la saga, que se publicará en enero próximo en español Latinoamérica, pero también con mucha ilusión pues para él ha sido una experiencia "muy gratificante".

El secreto del éxito, dice, está en que Eragon es una historia "mágica y de aventuras", que permite a los lectores viajar a "un mundo fantástico, con hermosos paisajes y en el que todo es posible".

"Una de las claves es que 'Eragon' permite que la gente reflexione y se plantee preguntas como '¿qué hacemos aquí?', '¿cuál es el propósito de nuestra vida?' Eso le da una profundidad a la historia que otras novelas fantásticas de aventuras no tienen. Además, la relación que tienen Eragon y su dragona hace que la gente se identifique fácilmente con ellos", reconoce.

¿Volverá Paolini a crear otra joya como "Eragon"? De momento, sólo espera que su público encuentre su "legado" a la altura y "que disfrute leyendo la historia en su totalidad, como un ciclo que ahora se cierra".

Para sus seguidores, sólo tiene un último mensaje: "Sé onr sverdar sitja hvass!", o traducido al castellano, "que sus espadas permanezcan bien afiladas".

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