8.700 muertos desde enero: cinco claves explican la cultura de las armas en EEUU

Greg Abbott, gobernador, habla con un sacerdote tras la masacre en El Paso. / EFE
Greg Abbott, gobernador, habla con un sacerdote tras la masacre en El Paso. / EFE

El eterno debate sobre el control de armas en Estados Unidos -hasta ahora estéril- regresa tras la muerte de al menos 30 personas en dos tiroteos masivos en 24 horas, el tercero en solo una semana después de que cuatro personas fueran asesinadas en un festival gastronómico en Gilroy (California). Tras la masacre en El Paso, los líderes demócratas en el Congreso vuelven a exigir un mayor control en el acceso a armas de fuego y critican a los republicanos por rechazar diversas propuestas legislativas en los últimos años. Estas son las claves de un fenómeno que ha dejado más de 8.700 muertos desde enero.

Un centenar de muertos... al día

Cada día, 100 personas mueren por arma de fuego en EEUU y centenares resultan heridas, según datos de la organización Everytown for Gun Safety, que aboga por aumentar el control en la tenencia de armas. En lo que va de año, más de 8.700 personas han muerto por disparos en el país con la mayor producción de armas per cápita del mundo (al menos 270 en tiroteos masivos como los ocurridos en El Paso y Ohio). 

Las balas son la segunda causa de muerte entre niños y adolescentes en EEUU y la primera entre niños y adolescentes negros. Casi 1.700 menores mueren cada año por homicidio con arma de fuego, según Everytown for Gun Safety.

¿Cuánto cuesta comprar un arma?

El negocio de las armas es descomunal. Desde octubre de 2016 hasta septiembre de 2017 se vendieron en EEUU 41.930 millones de dólares en armamento, según la Agencia de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego de EEUU (ATF), que estima que más del 47% de los hogares posee al menos un arma de fuego.

A un ciudadano español podría sorprenderle lo relativamente baratas que son las armas en Estados Unidos. Entre el arsenal que las fuerzas de seguridad encontraron en la habitación del hotel desde la que Stephen Paddock, autor del tiroteo de Las Vegas, asesinó a 59 personas e hirió a otras 851, había pistolas que pueden comprarse a partir de 200 dólares (unos 179 euros).

Los rifles de asalto con los que Paddock cometió la masacre cuestan unos 1.500 dólares (1.347 euros). Además de las 23 armas halladas en la habitación, la policía encontró otras 19 en su vivienda. El tirador habría gastado más de 70.000 dólares (casi 63.000 euros) en armas de fuego y munición o miras telescópicas.        

Millones de dólares contra el control de armas

La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) hace campaña contra cualquier medida para endurecer la legislación bajo el argumento de que las armas en manos de los ciudadanos convierten a EEUU en una nación más segura. La NRA es uno de los lobbies más poderosos del país y dispone de un presupuesto sustancial para influir en congresistas que diseñan las políticas sobre la tenencia de armas. La asociación gasta unos tres millones de dólares cada año en acciones de lobby, cifra que solo recoge las contribuciones a legisladores publicadas por la Oficina de Registros Públicos del Senado. A ello hay que sumar millones de dólares dedicados a otras acciones como apoyar las campañas de candidatos que se oponen a un mayor control de armas. 

Según el Pew Research Center, uno de cada cinco propietarios de armas de fuego es miembro de la NRA, que goza de un amplio apoyo entre los republicanos y que ha encontrado un importante aliado en el presidente Trump. 

¿Quién apoya un mayor control? 

En el debate sobre el control de armas, la opinión pública estadounidense está muy polarizada, aunque una mayoría significativa se opone a una posible prohibición de las armas cortas, según una encuesta de Gallup. No obstante, la mayor parte de la población está descontenta con la legislación actual y las políticas sobre armamento -muchos en este segmento reclaman leyes más estrictas-. Cierto tipo de controles, como prohibir la venta de armas a personas con problemas mentales o crear listas de "seguimiento" de propietarios, son populares tanto entre votantes demócratas como republicanos.    

Tan solo el 29% de los propietarios de armas cree que un aumento de los controles ayudaría a evitar masacres como las de El Paso o Las Vegas, frente a un 56% de quienes no tienen un arma que sí lo apoya.

La cultura de las armas

Hay un componente cultural muy marcado en la tenencia de armas que evidencia la brecha entre los EEUU urbanos y el resto del país. La mayoría de propietarios de armas vive en estados del Sur y el Oeste, mientras que un porcentaje mucho más reducido reside en los estados del Nordeste. Y un dato destaca sobre el resto: el 74% de propietarios considera que tener un arma es esencial para ser libre. 

No obstante, algo está cambiando entre los jóvenes. El apoyo a un mayor control frente a la protección del derecho a la tenencia de armas ha alcanzado su punto más alto entre los estadounidenses de 18 a 29 años, según un estudio del Pew Research Center, que identificó un pico tras el tiroteo en un club nocturno de Orlando en 2016. No obstante, pese a las frecuentes masacres, la tendencia general muestra un leve descenso en el apoyo a un mayor control desde el año 2000. 

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