En 'Bowling for Columbine', el cineasta estadounidense Michael Moore acompaña a dos víctimas de aquel dramático tiroteo en un instituto al establecimiento de Walmart en el que los asesinos adquirieron - a 17 centavos de dólar cada una- las balas para asesinar a doce estudiantes. Los chicos aún llevaban en sus cuerpos los proyectiles que les dispararon el 20 de abril de 1999 Eric David Harris y Dylan Bennet Klebold.
Hiela la sangre saber que la matanza perpetrada este 3 de agosto tuvo como escenario principal un supermercado de la misma cadena, en la que hoy día, veinte años después de Columbine, cualquiera puede adquirir lo necesario para iniciar su propia guerra contra sus vecinos.
Patrick Crusius, de 21 años, natural de Allen, en Texas, no parecía estar nervioso en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad cuando accedió por las puertas del establecimiento con su rifle AK-47 dispuesto a sembrar de muerte los pasillos del centro comercial. Tuvo incluso el delicado detalle de llevar puesto sus cascos de tiro, que te protegen del ruido dañino de los disparos atenuándolos.
Apenas veinte minutos para segar 20 vidas y marcar la de otras 26 personas con heridas físicas y mentales. ¿Qué movió al asesino, que poco después se entregaba con una tranquilidad pasmosa a los agentes que acudieron a detenerlo?
Nadie conoce a nadie
Parece un chaval normal en sus fotos escolares, incluso algo apocado. Crusius asistió brevemente a la Liberty High School y se graduó en la Plano Senior High School. Desde el otoño de 2017 hasta la primavera de 2019 ha asistido al Collin College de McKinney, Texas.
Poco después de la detención del tirador, el FBI se presentó en una casa en Kingsbury Court, en la localidad de Allen, último domicilio conocido de Crusius. Parece que el joven vivía con sus padres, y también tiene una hermana gemela y un hermano mayor, según los registros públicos.
Los investigadores confían en encontrar pistas que lleven a conocer la motivación que empujó al asesino a cometer la masacre. Se trata de la casa familiar, a unos 30 minutos de Dallas y a más de 9 horas de El Paso
Leigh Ann Locascio, una antigua vecina de la familia, señala en Los Angeles Times que Crusius era un solitario, que siempre se sentaba solo en el autobús para ir a la escuela. Despreciaba a los chicos que hacían deporte o se unían a la banda de música de la escuela.
El hijo de la mujer, Tony, señala que cuando su hermana y él iban con Crusius al colegio, el muchacho prefería caminar unos pasos detrás, "solitario y distante". Y termina su descripción añadiendo que al joven solo le gustaban los animales, y tenía serpientes como mascotas. "No hablaba con la gente. Nadie lo conocía realmente ", recalca.
Otros testimonios de excompañeros parecen sugerir que no fue bien tratado durante su etapa escolar, admitiendo que se metían con su forma de vestir, o consideraban que tenía una carácter irritable. Por el contrario, otros que le trataron en la escuela primaria, como Daniel Heo, muestran su sorpresa al saber que, aquel chico con el que jugaba al baloncesto y al fútbol en el recreo, era el asesino de El Paso: "Estoy sorprendido. Recuerdo que era un buen niño", recogen medios locales.
El manifiesto
¿Puede un muchacho acumular odio suficiente como para matar a sangre fría a padres con sus hijos que aprovechaban para comprar material escolar? En Texas las clases se inician en agosto, por lo que este sábado el Walmart estaba lleno de familias buscando lo necesario para el comienzo del curso escolar.
Diecinueve minutos antes de la primera llamada al 911 que alertó a las autoridades sobre el tiroteo masivo en El Paso, en el foro 8chan se publicó un manifiesto supremacista. Ese tablero online es uno de los mayores vertederos que puede uno consultar en internet, y no es la primera vez que un asesino lo emplea para avanzar sus intenciones. El FBI investiga si es realmente obra de Patrick Crusius.
El texto de cuatro folios, un compendio de ataques contra la inmigración al que ha tenido acceso Lainformacion, habla de una "invasión hispana de Texas", y mezcla supuestas motivaciones raciales con la descripción del armamento que pretende emplear en su ataque, para -finalmente-, señalar que está preparado para morir, ya sea a manos de la policía "o de los invasores".
Su discurso es errático, pero casa con la línea argumental a la que ha dado pábulo desde la campaña electoral el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. El presidente de EEUU definió a los inmigrantes mexicano al presentar su candidatura como personas que "traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas".
En la cuenta de Twitter que se ha identificado como propiedad de Crusius (@outsider609), ya suspendida por la red social, el tirador aplaude las politicas de Trump para frenar la inmigración, o el plan para levantar el muro con México.
Y como si de una broma macabra se tratase, una de las imágenes del libro escolar de 2017 en la que aparece Crusius, le muestra estudiando las claves de la investigación criminal. "Es interesante aprender cómo funciona el mundo de las fuerzas del orden", señala a la publicación. Ahora lo podrá conocer de primera mano.
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