Cinco estrategias para combatir a los piratas somalíes

  • Desde que los ataques piratas se incrementaron en el Golfo de Adén hace dos años, cada par de meses llegan noticias de un gran secuestro, como el del pesquero español Alakrana en octubre de 2009, el superpetrolero Sirius Star en 2008 o el de un navío griego el pasado mes de mayo. Fuerzas navales de más de 20 países se han desplegado en la zona, la ONU ha creado un grupo de coordinación que se reúne cada trimestre y compañías de seguridad privadas ofrecen sus servicios para proteger a los barcos que navegan por esas aguas. Pero, ¿cuán efectivas son todas estas medidas?
El pesquero español "Alakrana" - EFE
El pesquero español "Alakrana" - EFE
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Stephanie Hanson | GlobalPost

(Bungoma, Kenia).Las medidas implantadas por la comunidad internacional para combatir a los piratas somalíes en el Golfo de Adén son principalmente las siguientes:

1. Elementos disuasorios a bordo

Algunas de las medidas que están resultando más efectivas para luchar contra la piratería están a bordo de las propias naves. El grupo de contacto de la ONU preparó y divulgó en 2009 una lista con las "mejores prácticas de gestión" contra la piratería.

Entre ellas se incluyen desplegar más vigías en cubierta, tener mangueras con agua a presión listas para ser utilizadas y bajar las luces al mínimo por la noche.  Aunque el número de ataques ha aumentado desde 2009, el porcentaje de secuestros exitosos se ha reducido. Muchos de los barcos que lograron ser secuestrados no habían adoptado estas recomendaciones.

2. Respuesta naval internacional

En la actualidad hay más de 30 barcos patrullando el golfo de Adén, incluyendo los de las operaciones Protector Aliado de la OTAN y de la Atalanta de la UE, así como la Fuerza Combinada de la Marina Estadounidense 151 y buques independientes de China, India, Rusia e Irán. Estos barcos se comunican entre ellos pero no tienen una estructura de mando unificada. No obstante, sí hay un mecanismo de coordinación mensual llamado Shade (Shared Awareness and Deconfliction)  que lideran conjuntamente la UE y EE UU.

Las patrulleras internacionales han modificado su actitud durante el último año. Mientras que antes solían esperar a que se produjese un ataque antes de entrar en acción, ahora buscan activamente las "naves nodrizas" que utilizan los piratas para lanzar sus acciones a más de 1.000 millas de la costa. Esta técnica ha incrementado las detenciones de piratas, pero eso no les ha disuadido a la hora de continuar atacando. Entre enero y abril se produjeron 47 ataques de piratas al este de la costa somalí, 10 más que durante el mismo periodo del año pasado.

Si bien el aumento de la captura de piratas puede ser interpretado como una obvia victoria, la realidad es menos clara. Muchos de los piratas, una vez atrapados, son puestos rápidamente en libertad. Según The Washington Post, las fuerzas de la UE detuvieron a 275 piratas entre marzo y abril, pero tuvieron que liberar a gran parte de ellos (235).

Sus armas fueron confiscadas, pero nadie se cree que no vayan a hacerse con otras nuevas (Somalia está bajo un embargo de armas de la ONU, pero aún así el país está repleto de ellas). La Marina de EEUU capturó a 39 piratas durante el mismo periodo y tuvo que poner en libertad a casi la mitad de ellos.


3. Procesamiento

Los buques internacionales están poniendo en libertad a muchos piratas porque nadie parece querer entrar a fondo en el tema y perseguirles judicialmente. EEUU ha dejado claro que sólo procesará a los piratas que ataquen barcos estadounidenses.

El Gobierno de Kenia accedió en 2009 a juzgar a los piratas, pero al darse cuenta del amplio número de casos que se iban acumulando acabó por suspender el acuerdo. Ahora acaba de aceptar a regañadientes estudiar cada caso de manera individual.

El procesamiento judicial es el eslabón más débil actualmente en los esfuerzos combinados internacionales para combatir la piratería. El grupo de contacto de la ONU ha recomendado la creación de una "cámara especial de la piratería", pero no está todavía claro dónde estaría y quién la administraría.

4. Acciones en tierra firme

A falta de una persecución judicial fuerte, algunos analistas han puesto sus esperanzas en las autoridades somalíes de Puntland, la zona del noreste del país en donde tienen su base varios grupos de piratas. En 2008, las autoridades de Puntland comenzaron a detener a los sospechosos de piratería, y ahora aseguran que tienen a más de 200 cumpliendo condena en las cárceles.

Sin embargo, un grupo de control de la ONU informó en marzo que ese supuesto esfuerzo es un engaño y que altos cargos de Puntland han recibido sobornos por algunos secuestros exitosos.

De hecho, ayudar al Gobierno con medidas antipiratería "no sólo recompensa las conductas inadecuadas, sino que también se corre el riesgo de acabar pasando tácticas y material anti pirata a los propios piratasí", indica un informe.

5.Cooperación regional

En bastantes reuniones se ha hablado de la necesidad de crear un centro de antipiratería regional, similar al que está ubicado en Singapur para el estrecho de Malaca, otra zona candente para este tipo de delito.

Pero hasta ahora se ha avanzado poco al respecto. Los estados africanos y árabes cercanos al golfo de Adén han firmado el Código de Conducta de Yibuti, pero los expertos dicen que es débil y que no ha producido resultados positivos. El grupo de contacto de la ONU presentó en enero una evaluación de necesidades en cooperación regional, pero tampoco se ha avanzado nada en este sentido desde entonces.

En 2008, la Organización Marítima de África Occidental y Central creó cuatro sectores de vigilancia costera, con sus respectivos centros de mando, que se encargan de luchar contra la piratería, vigilar la aplicación de los tratados internacionales y de combatir la pesca ilegal.

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