Colombia quiere recobrar la paz definitiva, tras décadas de violencia extrema. Es un flagelo que lo ha llevado a ser uno de los países más sanguinarios del planeta. En el marco de una medida inédita en América Latina, esta semana ha entrado en vigor el decreto impulsado por el presidente Juan Manuel Santos, que prohíbe la portación de armas de fuego en todo el país durante 2016.
El jefe del Estado colombiano ha explicado que el primer avance para decretar esta medida fue adoptado del 23 al 31 de diciembre pasado. Como la iniciativa resultó tan positiva para alcanzar una disminución significativa de homicidios, el presidente optó por extenderla durante todo este año.
"Tal determinación nos debe contribuir a seguir reduciendo el delito y, principalmente, los crímenes", aseguró.
Otros países de la región intentaron soluciones similares en el pasado. Es el caso de Brasil, que en 2003 aprobó una ley que prohibió la portación de armas de forma permanente, aunque en ese caso no resultó muy efectiva. El último informe de las Naciones Unidas advirtió de que las muertes con armas de fuego alcanzaron las cifras más altas de su historia en 2012. Esa es la razón por la que el gobierno colombiano ha adoptado medidas más restrictivas que su vecino.
Gracias a la primera fase de su plan de prohibición de armas, Colombia registró (hasta el 20 de enero pasado) un descenso del 13% de asesinatos (146 muertes menos) respecto al mismo período de 2014. La acción logró abordar dos tipos de problemas: por una parte, los homicidios derivados de riñas que se cometen con armas de fuego (en muchos casos armas con permiso reglamentario). Y por otra, controlar las armas ilegales de las calles.
Hasta ahora, en Colombia existían permisos de portación para 500.000 armas, y otros de tenencia, para 400.000. Es decir, una autorización por cada 53 habitantes. El decreto hará que, en los hechos, todos los permisos se vuelvan de tenencia (ya no podrán llevarse por las calles, si no dentro de propiedades).2,5 millones de armas ilegales
Según el Centro de Estudios para Análisis de Conflictos (CEAC), en el país podrían existir 2,5 millones de armas al margen de la ley. Esta cifra incluye aquellas armas que están en manos de guerrilla, grupos paramilitares, bandas criminales y otros grupos ilegales.
Hay algunas excepciones contempladas en la norma que prohíbe la portación de armas, como empresas de vigilancia, esquemas de seguridad del sector público y ciudadanos que demuestren que las necesitan. Y, aunque el gobierno no lo dijo, la acción ayudará también a garantizar la seguridad de los guerrilleros, compromiso que el Estado deberá asumir en función a lo acordado en Cuba para que las FARC depongan definitivamente las armas.
Más del 80 por ciento de las víctimas de violencia en Colombia mueren por un arma de fuego. Ante esta situación, las autoridades gubernamentales colombianas aseguran que "hay profesionales de la violencia armada que utilizan las armas de manera muy eficiente".El Gobierno confía en que esta medida dará resultados visibles a lo largo del año, ya que las previsiones se centran en la reducción del homicidio por arma de fuego.
En los últimos 20 años, la tasa de homicidios en Colombia pasó de 65 a 25, por cada cien mil habitantes, pero esto no es significativo ya que el país se encuentra por encima de promedio del continente.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios