Cómo un dentista contribuyó a desarmar Irlanda del Norte

  • El proceso de paz de Irlanda del Norte está cada vez más consolidado después de que no sólo el IRA abandonara las armas hace dos años, sino también la formación nacionalista UDA. Fue en enero; y ahora se ha sabido que el dentista Martin McAleese, contribuyó decisivamente a ello. ¿Cómo? Tenía buenos contactos: su esposa es la presidenta de la República de Irlanda y él supo aprovecharlo.
Irlanda advierte del peligro que suponen los grupos escindidos del IRA
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Conor O'Clery | GlobalPost

(Dublín, Irlanda).Escenario: el comedor de la residencia del embajador estadounidense en Phoenix Park, Dublín, una tarde de 2004. El embajador, James C. Kenny, recaudador de fondos para la campaña de George W. Bush, charla con la presidenta de Irlanda, Mary McAleese y su esposo Martin (quienes además resultan ser sus vecinos), y un tercer invitado, Jackie McDonald, un brigadier miembro de la organización paramilitar Asociación de Defensa del Ulster (UDA por sus siglas en inglés), clasificada como grupo terrorista por el Reino Unido.

"Le dije al embajador: 'Esta es una comida maravillosa, la única que he recibido de los americanos", recuerda McDonald, quien fue condenado a 10 años de cárcel en 1989 por chantaje, extorsión y amenazas de muerte, pero que en el momento del encuentro con el embajador estaba buscando fórmulas para avanzar en el terreno político. "Gerry Adams consigue la misma comida y 500.000 dólares de los americanos".

El embajador captó el mensaje. Adams, jefe del Sinn Fein, el principal partido nacionalista de Irlanda del Norte, puede recaudar fondos en Estados Unidos, al contrario que el UDA.No obstante, McDonald añadió con gratitud: "Pero estoy sentado aquí y usted nos está tratando como a iguales, y ahí está Martin, un amigo personal".

De hecho, el almuerzo se celebró por iniciativa de Martin McAleese como parte de un proceso para "abrir las puertas" al UDA, algo que se acaba de saber ahora, más de un lustro después del encuentro.Martin McAleese es un dentista católico que se crió en el este protestante de Belfast, donde su familia fue atacada por ser considerada "lealista" (nacionalista) y obligada a marcharse. Como esposo de la presidenta de Irlanda, condenado a desempeñar un mero papel de acompañante en los actos oficiales, se propuso sin embargo tender lazos discretamente hacia los lealistas de su dividida ciudad natal.

Fue una decisión atrevida y arriesgada. Los miembros del UDA habían matado a cientos de civiles católicos en los acontecimientos que se llevaron por delante más de 3.500 vidas en el Irlanda del Norte entre 1968 y 1998.El primer contacto se produjo en 2003, cuando McAleese acudió a reunirse con McDonald en el club social de Taughmonagh, el supuesto cuartel general del UDA en Belfast, y le invitó a almorzar en Aras an Uachtarain, la residencia oficial de la presidenta de Irlanda. Fue así como un total de 65 lealistas, algunos de ellos antiguos terroristas que percibían a la república como territorio enemigo, llegaron en autobús a la mansión de Dublín desde donde un día los virreyes supervisaban el dominio británico en Irlanda.

"No sabíamos lo que podía suceder", explica McDonald. "Algunos de nosotros no habíamos cruzado jamás la frontera. Nos preguntábamos si estábamos haciendo lo correcto". Y lo que se encontraron fue que Mary y Martin McAleese eran también naturales de Belfast, aunque "del otro lado", y estaban deseando hablar sobre un nuevo futuro en Irlanda donde participaran todas las comunidades. "Cuando nos fuimos, todos decíamos '¿cuándo volvemos?'", recuerda McDonald con entusiasmo.

Poco después, Martin McAleese invitó al líder del UDA y a unos cuantos amigos a jugar al golf en el prestigioso K Club (donde se celebraría la Ryder Cup de 2006), a media hora en coche de Dublín. "Fue un día alucinante", dice McDonald, quien admite no ser muy buen jugador de golf. "Cuando almorzábamos, Martin me dio un cheque por 19.000 libras (21.000 euros) para hacer reparaciones en las instalaciones del club de fútbol juvenil Dunmurry", en Belfast.

Aquella fue la primera de varias ocasiones en las que el marido de la presidenta ayudó discretamente a reunir fondos entre contactos del mundo de los negocios para ayudar a comunidades lealistas desfavorecidas en el Norte de Irlanda.Posteriormente, en 2007, McAleese llevó al líder del UDA a reunirse con el entonces primer ministro, Bertie Ahern, en Dublín. Esto era algo totalmente inédito en la dividida Irlanda. "Nos dimos cuenta de que no tenían dos personas al frente, y ellos se dieron cuenta de que nosotros no teníamos dos cabezas", apunta McDonald.

El encuentro se produjo con el trasfondo de un lento movimiento hacia la paz en Irlanda del Norte, cuyo icónico líder unionista, Ian Paisley, no había estrechado la mano nunca hasta entonces a Ahern. Eso cambió cuando Paisley, jefe del Partido Unionista Democrático, acudió poco después a Dublín y agarró la mano de Bertie Ahern en un rotundo gesto de amistad.

McDonald considera que fue el UDA el que preparó el terreno para esos pasos históricos. "Se lo estábamos haciendo más fácil a Paisley. Si los paramilitares lealistas podían ir a Dublín, él también podía hacerlo".El UDA confirmó el pasado enero que había entregado todas sus armas, siguiendo el ejemplo del IRA hace dos años, y Martin McAleese finalmente rompió su silencio sobre sus contactos con los terroristas. "Nunca tuve ningún sentimiento de rencor o venganza. Creo firmemente que tenemos que hacer que el proceso de paz sea realmente lo más inclusivo posible", dijo a la televisión irlandesa.

Martin McAleese, probablemente el político aficionado más apreciado actualmente en Irlanda, está dirigiendo ahora su atención a la nueva crisis que vive Irlanda, el creciente desempleo. A iniciativa suya, y con la ayuda de donantes privados, la presidenta Mary McAleese acaba de presentar un concurso en internet que ofrece premios de 100.000 euros en efectivo y fondos para el desarrollo por valor de 500.000 euros para proyectos nuevos e innovadores que sirvan para crear puestos de trabajo.

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