Corea acusa a EEUU de querer la guerra y Trump envía tres portaaviones nucleares

  • La tensión regional se encuentra en niveles inéditos desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953). Trump deja claro su poderío militar.
Corea del Sur y EEUU inician maniobras con un portaaviones nuclear
Corea del Sur y EEUU inician maniobras con un portaaviones nuclear

Sigue la incertidumbre y crece la tensión. Nadie sabe cómo va a acabar el enfrentamiento y los órdagos constantes. En las últimas 24 horas se ha vivido última cruzada verbal entre Corea del Norte y EEUU, aunque Trump ha ido más allá de las palabras y ha dado muestras de su poderío militar.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte ha acusado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de "suplicar por una guerra" con su país durante su gira asiática, en la que estuvo a punto de visitar la zona desmilitarizada que separa a Pyongyang de su vecino del sur, aunque tuvo que anular el viaje por el mal tiempo.

"Durante su visita, Trump dejó al descubierto su verdadera naturaleza como destructor de la paz y de la estabilidad del mundo" y parecía "suplicar por una guerra nuclear en la península coreana", según un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias de Corea del Sur, Yonhap.

La gira que Trump comenzó a principios de semana en Japón, según Corea del Norte, no tiene más objetivo que "enriquecer los monopolios de la industria de defensa de Estados Unidos" a costa de "sus aliados subordinados". "Es la visita de un belicista que no busca más que la confrontación para deshacerse de Corea del Norte y de sus contingentes nucleares para la autodefensa".

Tres portaaviones nucleares a la zona

Washington, mientras, hace oídos sordos a las proclamas de Corea del Norte y ha puesto en marcha unas maniobras navales con Seúl junto a la península coreana en las que empleará tres portaaviones nucleares, un despliegue excepcional para responder al desafío de Pyongyang en línea con el mensaje enviado estos días en Asia por Donald Trump.

En el ejercicio, que se realiza a partir de hoy y hasta el martes en el Mar de Japón (conocido como "Mar del Este" en las dos Coreas), participan los portaaviones de propulsión atómica USS Ronald Reagan, USS Nimitz y USS Theodore Roosevelt.

Posicionar tres de los diez buques de este tipo que posee Estados Unidos en un solo teatro operativo es algo muy poco común en tiempos de paz y viene a subrayar la dureza que Washington está tratando de transmitir al régimen de Kim Jong-un para que ponga freno a sus repetidas pruebas de armas.

Los tres portaaviones van a acceder uno a uno a una parcela al este de la península coreana para realizar el ejercicio durante cuatro días en el umbral de las aguas norcoreanas, según detalló hoy en un comunicado el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS).

Además de sus respectivos grupos de ataque, se movilizan 11 buques estadounidenses equipados con el sistema antimisiles Aegis y siete navíos de guerra surcoreanos (dos de ellos también con sistema Aegis).

Es la primera vez en 10 años que el Pentágono realiza un ejercicio de estas características con la Marina surcoreana además de suponer las primeras maniobras que involucran a tres de sus portaaviones nucleares. La última vez que tres portaaviones de la clase Nimitz tomaron parte a la vez en un simulacro de guerra fue en 2007, en aguas cercanas a la isla de Guam.

Maniobras para disuadir a Corea del Norte

Corea del Sur explica que el ejercicio pretende fortalecer y expandir la estrategia de disuasión de ambos aliados de cara a evitar nuevas "provocaciones" del régimen de Pyongyang en forma de prueba de armas.

Estos ejercicios tienen lugar después de que Seúl y Washington acordaran en su reciente reunión anual de política defensiva expandir el "despliegue rotacional" de activos militares estratégicos estadounidenses en torno a la península, como bombarderos o portaaviones y submarinos de propulsión nuclear.

Las maniobras están además en línea con el mensaje enviado en la última semana por el presidente estadounidense, Donald Trump, en el marco de su gira asiática, que encara su recta final tras su asistencia a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) que concluye hoy en Da Nang (Vietnam).

Aunque durante su visita a China el presidente de EEUU se mostró más moderado e incluso medianamente satisfecho con el incremento de la presión que Pekín ejerce sobre Pyongyang, en sus paradas en Japón y Corea del Sur fue especialmente duro con Corea del Norte y escenificó siempre que pudo la solidez de sus alianzas regionales.

Trump no llegó a emplear descalificativos (como el de "hombre cohete", usado para referirse al líder norcoreano) en Seúl o Tokio, pero sí condenó rotundamente las violaciones de derechos humanos del régimen y advirtió a Pyongyang de que encara duras consecuencias si sigue desarrollando su programa nuclear y de misiles.

En ese contexto, insistió en mencionar hasta en dos ocasiones el posicionamiento de los tres portaaviones en la región y el poderío destructivo que acarrea esta maquinaria de guerra.

Tras su llegada a la Casa Blanca en enero, la dura retórica de Trump, unida a los continuos ensayos de armas del régimen norcoreano, ha elevado en el último año la tensión regional a niveles inéditos desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953).

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