Correa anima una cumbre sosegada con un desplante al Banco Mundial

  • El presidente de Ecuador, Rafael Correa, espabiló hoy una cumbre que discurría sosegadamente con su retirada del plenario en protesta por la participación del Banco Mundial y con encendidas palabras contra los organismos multilaterales.

Asunción, 29 oct.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, espabiló hoy una cumbre que discurría sosegadamente con su retirada del plenario en protesta por la participación del Banco Mundial y con encendidas palabras contra los organismos multilaterales.

"El Banco Mundial fue uno de los heraldos del neoliberalismo en América Latina", manifestó Correa al pedir permiso al anfitrión de la XXI Cumbre Iberoamericana, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, para abandonar la sala con el fin de no escuchar a la vicepresidenta del BM para América Latina, Pamela Cox.

Es más, Correa anotó que Cox "debería comenzar su discurso pidiendo disculpas por el daño que el BM ha hecho a América Latina y al planeta" y una vez que regresó a la sala explicó que ese organismo anuló un préstamo concedido a Ecuador en 2005 porque él a su llegada al poder cambió la política económica del país.

Este ha sido hasta ahora el único momento de tensión en una cumbre muy calmada y donde el consenso ha sido la nota dominante de los debates.

Tras el gesto de Correa, el BM respondió inmediatamente al ecuatoriano.

En declaraciones a Efe, Sergio Jellinek, portavoz del Banco Mundial para América Latina, dijo que la institución no le va a "rogar" al Gobierno de Ecuador que trabaje con ellos.

"Si Ecuador no quiere trabajar con el Banco Mundial es una decisión soberana del Gobierno, pero tampoco le vamos a rogar que trabaje con nosotros", afirmó.

Jellinek mostró su "sorpresa" por el "ataque personal" de Correa a Cox y acusó al mandatario de vivir "en el pasado" por criticar un incidente al que ellos habían dado "vuelta a la página" y creían que lo mismo había hecho él.

Consideró que con el gesto de Correa el paraguayo Fernando Lugo "quedó un poco fuera de lugar" y cuestionó el sentido de esos incidentes en el marco de reuniones como las cumbres iberoamericanas.

Según Jellinek, el BM "no tiene prejuicio sobre con quién trabaja y con quién no" y colabora con los países "más allá de quién esté en el gobierno".

Morales salió como valedor de Correa y también fustigó al BM, al que exigió resarcir a América Latina por "los daños" causados con "sus políticas neoliberales".

"Saludo la reacción del presidente Correa", afirmó Morales en su discurso ante el plenario.

Según Morales, el BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) "algún día tendrán que resarcir los daños" causados a los países latinoamericanos "con las políticas impuestas" con el Consenso de Washington y proyectos como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Correa, que previamente había cuestionado que el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, interviniera en la sesión plenaria, afirmó refiriéndose a Cox: "¿Por qué tenemos que recibir al Banco Mundial" en una Cumbre Iberoamericana?.

Lugo le contestó de manera cortés que porque se trata de "un foro amplio y abierto".

Pero el mandatario ecuatoriano insistió en que en una cumbre iberoamericana, en la que participan los países de América Latina, España, Portugal y Andorra, los mandatarios no tienen por qué escuchar al BM y se preguntó: "¿Cuándo nos escuchará a nosotros el Banco Mundial?".

En los pasillos del centro de convenciones, Correa acusó luego al organismo multilateral de causar un "desastre" con el "experimento" del neoliberalismo.

Al ser preguntado posteriormente en una rueda de prensa por el incidente, el presidente de Perú, Ollanta Humala, no quiso entrar en la polémica pero dijo que "tradicionalmente América Latina ha seguido recetas de afuera y no ha escuchado hacia dentro las necesidades de su población".

Humala destacó no obstante que su relación con el BM es "amigable".

Cox, la protagonista involuntaria de la animación de la cumbre, dijo en su intervención ante todos los jefes de Estado o de Gobierno salvo Correa que el riesgo de que el sistema financiero internacional colapse como en 2008 aún no se ha despejado y ello podría causar en América Latina un "shock" de la economía real.

La cumbre de Asunción es una de las menos concurridas de las iberoamericanas desde su inicio en 1991, con solo doce jefes de Estado o de Gobierno participantes, y era también una de las menos polémicas hasta el desplante de Correa a Cox.

En la historia de estas reuniones ha habido otros incidentes, pero sin duda el más recordado es el que protagonizaron el Rey de España y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por la frase "¿por qué no te callas?" que le espetó el monarca al mandatario suramericano en la cumbre de Chile en 2007.

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