¿Cuenta atrás para el potencial ataque de Israel a Irán?

  • Benjamin Netanyahu no puede dejar de agitar el fantasma de la amenaza iraní sobre su país. Algunos analistas israelíes consideran, sin embargo, que la postura del primer ministro es tan sólo parte de una estrategia pre-electoral a largo plazo.

Ahmadineyad pide a EEUU e Israel que respeten al mundo y rechaza las amenazas
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Noga Tarnopolsky, Jerusalén (Israel) | GlobalPost

Mientras en Estambul las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán avanzan, parece que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no puede dejar de insistir sobre la amenaza planteada por la República Islámica, a pesar de los esfuerzos en marcha para hacerle frente.

Por ejemplo, tras la conclusión de las conversaciones de la semana pasada entre Irán y las potencias occidentales, Netanyahu se quejó públicamente de que la brecha de cinco semanas entre cada cumbre no es más que un "regalito" para que Irán continúe desarrollando su capacidad nuclear sin restricciones.

Un creciente grupo de analistas políticos israelíes considera la postura de Netanyahu sobre Irán como parte de una estrategia pre-electoral a largo plazo -se enfrenta a crecientes amenazas contra la estabilidad de su coalición-.

Alon Liel, un veterano de 30 años del Ministerio de Relaciones Exteriores del país, donde una vez ocupó el cargo de director general, ha explicado a nuestra publicación que cree que el tema de Irán es conveniente para Netanyahu, tanto a nivel internacional como nacional.

En el extranjero, es vulnerable por las acusaciones de que no está haciendo nada sobre las conversaciones de paz con los palestinos. Y a nivel interno, lo necesita para apuntalar su flanco antes de las elecciones.

"En los círculos políticos de Netanyahu, e incluso más allá de ellos, es muy cómodo para él levantar el tema de Irán a altos decibeles. Tiene que hacer frente a las realidades internas y a consolidar el consenso israelí, y además, internamente y externamente, posponer el tema palestino" dice. "Se siente mucho más cómodo hablando sobre el peligro iraní que de cómo está afrontando la crisis con los palestinos".

Leil dice que Netanyahu está "seriamente" preocupado por la posibilidad de que Irán se convierta en una amenaza existencial para Israel, pero cree que la mayor parte de la retórica se dirige a servir a su campaña de reelección

"Personalmente, me asusta mucho más el silencio de los palestinos que el enfrentamiento verbal una y otra vez entre Obama y Netanyahu", dice.

El presidente de EEUU Barack Obama respondió rápidamente al exabrupto de Netanyahu sobre la brecha de las cinco semanas.

"Ahora, el reloj está en marcha. Y yo he sido muy claro con Irán y con nuestros socios en las negociaciones de que nosotros no vamos a tener estas conversaciones sólo para tener un proceso de estancamiento.

Pero hasta ahora, al menos, no le hemos dado otra cosa que no sea la oportunidad de negociar y ver si Irán muestra su buena fe sobre la mesa", dijo Obama.

Y la idea de que de alguna manera le hemos dado algo de distancia - o un "regalito" indicaría que Irán ha conseguido algo. De hecho, ya saben algunas de las sanciones más duras a las que se van a enfrentar en sólo unos meses si no aprovechan estas conversaciones.

Alon Pinkas, ex cónsul general israelí en Nueva York y jefe de personal de cuatro ministros de Relaciones Exteriores, ha explicado que el arrebato de Netanyahu fue irresponsable.

"La rapidez y la firmeza de la respuesta de EEUU sugiere que (si) Israel tenía reservas, deberían haberlas transmitido a través de unos cauces más silenciosos.

La reacción del Señor Netanyahu dio la impresión de una gran divergencia en las posiciones de Estados Unidos e Israel, donde realmente podrían no existir" dijo.

Los dirigentes estadounidenses salieron al paso para asegurar a la opinión pública israelí de que su primer ministro había sido informado de todas las facetas de las conversaciones de Estambul antes de tiempo, mientras estaban en marcha, y después de su conclusión.

Netanyahu está haciendo malabarismos con una serie de retos antes de las elecciones del próximo año. Al igual que muchos del movimiento internacional "Occupy", los organizadores de la protesta social masiva del verano pasado en Israel están preparando para un esfuerzo renovado esta temporada.

Además, los aliados políticos de alto nivel, como el viceprimer ministro y ex Jefe del Estado Mayor Moshe Ya'alon están resoplando contra Netanyahu, amenazándole con salir corriendo de su Gobierno si cumple con una orden del Tribunal Supremo de evacuar los asentamientos judíos ilegales en Cisjordania.

Muchos ministros israelíes dicen que están resignados a que se produzca un colapso del Gobierno mucho antes de la fecha prevista para las elecciones, a finales de 2013.

Amos Yadlin, un ex jefe de inteligencia militar, tomó la inusual decisión la semana pasada de calmar cualquier conversación sobre un posible ataque israelí contra Irán, diciendo a la Radio del Ejército Israelí que "incluso si Irán consigue la capacidad para fabricar una bomba, no creo que lo primero que vaya a hacer sea lanzar una bomba contra Tel Aviv".

Muchos analistas israelíes consideran la disputa sobre Irán como una mera postura de cara a los medios de comunicación, indicando que, detrás de las escenas, Netanyahu y Obama están coordinando un frente unido - o que Netanyahu está simplemente jugando por los votos locales.

"Cinco semanas no es el fin del mundo", apuntó el experto en Irán Meir Javedanfahr a la web Times of Israel, desestimando la queja de Netanyahu sobre el tiempo existente entre las negociaciones.

Liel considera que Netanyahu "es un maestro experto con el talento de un relaciones públicas, un verdadero maestro. "Por ejemplo, la última cosa que quiere es que la ONU acepte las demandas palestinas, o la bomba de relojería de los asentamientos. Quiere tranquilidad en ese frente. Y la mejor manera de conseguir el silencio es elevar el tono sobre la cuestión iraní", concluye Javedanfahr.

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