Documental anima en México a ciudadanos a convertirse en activistas del agua

  • Todos tenemos que convertirnos en activistas en defensa del agua, tanto en el uso que le damos como en demandar al gobierno políticas públicas para protegerla y así evitar que haya desabastecimiento en grandes capitales como la mexicana.

México, 29 ago.- Todos tenemos que convertirnos en activistas en defensa del agua, tanto en el uso que le damos como en demandar al gobierno políticas públicas para protegerla y así evitar que haya desabastecimiento en grandes capitales como la mexicana.

Este es el objetivo de la película documental "H2OMx" que se estrenó esta semana con el propósito de concienciar a la gente sobre la importancia de proteger este bien imprescindible para la vida.

"Está en nuestras manos, es el mensaje, para poder demandar soluciones a los gobernantes y realmente concentrarnos en lo que es importante, por el futuro de nuestros hijos", explica José Cohen, uno de los directores de la película junto con Lorenzo Hagerman.

Durante cuatro años, el equipo de la cinta recorrió algunas de las zonas más conflictivas del Valle de México en términos de agua, como la delegación de Iztapalapa, la más poblada pero también la más pobre, en donde sus habitantes están acostumbrados a sufrir constantes cortes en el suministro.

"Nos hemos dado cuenta a través de este proceso de cuatro años que nos encontramos en una negación colectiva todos los ciudadanos. Todos tenemos alguna experiencia con el agua a través de nuestras vidas, todos tenemos alguna experiencia negativa, pero es un tema que no se debate, no se habla", apuntó Cohen.

La gente está más preocupada por el proveedor de internet en casa "o cuántas banquetas se taladran para poner más fibra óptica, y este tema tan vital y tan importante para la subsistencia del ser humano está relegado", añadió.

Con su llegada a las salas de cine después de haber recorrido numerosos festivales, "H2OMx" busca sacar el tema del agua "del subconsciente y del subterráneo y darle el lugar que se merece".

Otro de los temas que toca la película es el de la contaminación que sufren muchas fuentes de agua que se convierten en sitios tóxicos con los que muchas veces la población convive.

Así lo comprobó la productora del proyecto, Alejandra Liceaga, quien en la presentación del documental contó que todavía sigue teniendo "una dermatitis y una conjuntivitis".

"Lo más sorprendente es lo permisiva que es nuestra sociedad. Parece, y se da cuenta uno en la película, que aguantamos (...) que se pierda el agua, que se enferme la gente", apuntó.

Por un lado, hay una franja de personas que viven cómodamente, pero hay un "daño colateral", una "franja de pérdida, el 40 por ciento que se pierde de agua en la red de distribución en drenaje, en tuberías rotas", los "basureros que infiltran sus residuos, la contaminación que se provoca en el aire...".

Pero la película también pretende ser una esperanza y deja una pregunta: ¿puede una ciudad con 22 millones de habitantes volver sostenible su relación con el agua?.

Lo primero que hay que hacer, según Liceaga, es un "cambio de hábitos", pues "no podemos tratarla como la tratamos" y presionar para que se diseñen "políticas públicas" que lleven a la reutilización, como están practicando algunas organizaciones civiles.

Entre ellas, la recolección del agua de lluvia, algo que habría que volverlo política pública.

Para Cohen, lo que hay que hacer es "una acción a largo plazo" y con una dirección, ya que un plan de seis años "no va a solucionar el problema".

"Se necesita voluntad política y dejar de pensar en el agua como un asunto electoral. Sexenalmente se hacen promesas, se lucran con la necesidad y la esperanza de la gente", apuntó el director.

Pese a que ya invitaron al alcalde capitalino a ver el filme, así como a autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), nadie "ha podido dedicar 70 minutos de su tiempo" a esta acción.

Cohen les reiteró su invitación. En su opinión, los políticos tienen que hacer un estudio de conciencia" y entender que "no actuar es un crimen".

La película se estrena en el marco de la Semana Mundial del Agua, que tendrá lugar del 31 de agosto al 5 de septiembre.

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