EEUU es el país con mayor porcentaje de personas encarceladas

    • De la huelga de hambre de los presos en California a los presos españoles en Marruecos, el hacinamiento y las altas tasas de encarcelamiento se extienden por todo el globo.
    • En casos como el de Estados Unidos, la cantidad de presos no guarda relación con las tasas de criminalidad.

'La última vez que pude tocar a mi hermano fue en 1992', dice Marie Levin al comienzo del siguiente vídeo. Su hermano es uno de los 12.000 presos que hay en situación de aislamiento indefinido en California, lo que significa que está encerrado e incomunicado en una celda de máxima seguridad hasta con, como mucho, hora u hora y media al día para salir al patio - también aislado.

Presos como él, que pueden llevar hasta varias décadas en esa situación (si se sospecha de su pertenencia a una banda), son los que iniciaron en julio la que se ha convertido en la mayor huelga de hambre de la historia de Estados Unidos. Hasta 30.000 personas llegaron a secundarla, pidiendo la limitación del confinamiento en solitario a 5 años, ropa de más abrigo y mejor comida. Tras los intentos de las instituciones penitenciarias por atajarla (denuncian que está orquestada por las bandas), 200 presos la continúan.

El relator de la ONU contra la tortura, Juan E. Méndez (víctima de torturas durante la dictadura argentina), ya ha instado a EE .UU a abandonar está práctica por considerarla un 'castigo cruel, que puede llegar a la tortura'. Y la opinión pública estadounidense vuelve una vez más a ponerse frente a frente con sus dudosas instituciones penitenciarias.

Pero pese a lo concreto del caso, no puede ser disociado de los problemas endémicos de los que (no solo) el sistema penitenciario estadounidense adolece.

A parte del conocido sesgo racial de las prisiones en EE.UU, en California están presentes otros dos grandes problemas estructurales: un número de presos desproporcionado, y superpoblación en las cárceles.

Según datos del Centro Internacional de Estudios Penitenciariosde la Universidad de Essex (ICPS), en 2005, uno de cada 146 californianos estaba en prisión. Una cifra a la que se llegó después de un aumento del 500% en la población reclusa desde los años 80 (en contraste conlos índices de criminalidad de California, que durante el mismo periodo no han parado de bajar). En España, esa proporción es de 1 preso por cada 671 habitantes, en Finlandia, 1 por cada 1.724.

Como factor principal de ese crecimiento aparece la droga, su auge en los 80 y las penas impuestas a los delitos relacionados con ellas, que también castigaban con cárcel el menudeo. Hoy en día, según fuentes oficiales, el porcentaje encarcelamientos relacionados con la droga es del 46%. En el ránking del ICPS, EE.UU. aparece en primer lugar, con el dudoso honor de tener la población encarcelada más grande del mundo. Con un 4,4% de la población mundial, el 22% de los presos del mundo se encuentran en EE.UU. Incluso en proporción, está muy por delante de los índices de encarcelamiento de países como China y Rusia.

Hacinamiento y ¿pobreza?

A primera vista, la superpoblación en las cárceles se intuye como uno de los mayores determinantes de las condiciones de vida de los presos. De hecho, en el caso de California, el tribunal supremo ha conectado este indicador a la muerte de presos y la violación de derechos constitucionales. Como resultado, el estado está obligado a reducir cada año el 137% de ocupación actual de sus prisiones.

La ocupación de las cárceles estadounidenses es del 99% de media, sin embargo, en este criterio los americanos están lejos de ocupar el primer puesto. Este lo ostenta Haiti, con un 335% de ocupación. Seguido de El Salvador (325%), Benin (307%), Filipinas (300%) y Venezuela (270%).

En general, casi toda Sudamérica, el Caribe, África y el sudeste asiático muestran niveles altos de hacinamiento, lo que en seguida nos transporta a esas cárceles olvidadas, en las que las autoridades han perdido cualquier control sobre los reclusos, que extienden sus actividades delictivas intramuros.

Los datos dan la razón a los presos españoles en Marruecos que quieren volver a cárceles de su país. Al sur del estrecho, en el país con la 41º tasa de ocupación más alta, las cárceles están desbordadas, y tendrían que perder un tercio de sus reclusos para alcanzar su ocupación máxima. Mientras que España, aunque no está para presumir, cuenta con una ocupación del 88%.

Pero también sugieren que esa no es toda la historia. Si la ecuación ocupación igual a malas condicionesfuera de una correspondencia absoluta, los países desarrollados también tendrían de qué preocuparse. Sin ir más lejos, Francia tiene una ocupación del 119%, Portugal del 116% e Italia del 140%.

Y si, como John Cusack decía citando a Dostoievski en Con Air,'el grado de civilización de una sociedad se puede medir observando el trato a sus prisioneros', entonces todos tenemos algo de qué preocuparnos. Pero eso sí que es otra historia.

Santiago Barón
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