EEUU sabía que Bahréin y Egipto eran una olla a presión

  • En agosto de 2010, Barack Obama solicitó un informe sobre los países árabes. El documento señala el malestar de los ciudadanos en la región, incluidos los países aliados de EEUU como Egipto o Bahréin.
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En agosto del año pasado, el presidente de EEUU pidió a sus consejeros un informe secreto sobre los países árabes. El documento señala varios países desde Bahréin hasta Yemen con altas probabilidades de vivir una revolución popular, dice The New York Times.

El periódico neoyorquino ha contactado con varios responsables de la investigación que no han querido concretar los nombres de los países analizados en el documento de 18 páginas. Solo han hablado abiertamente sobre Egipto y, entre otros comentarios, han dicho que el país "esel ancla de la región y había muchas incógnitas sobre la sucesión en el país".

Otro de los analistas, que también ha querido mantener el anonimáto, ha dicho que "uno de los países se mueve hacia el cambio, otro se resiste a cualquier modificación y otros dos [aliados estratégicos de EEUU] tienen tensiones religiosas". Las características descritas sugieren, según el diario, que los países estudiados en el informe son: Jordania, Egipto, Bahréin y Yemen.

El documento indica cuál debe ser la estrategia de EEUU en la región y cómo establecer un punto medio entre los intereses de la Casa Blanca y los reclamos de los manifestantes pro democráticos. "Una receta para el conflicto", es lo que tienen los países analizados según uno de los investigadores. El informe detalla "aspectos comunes" en varios países de la región.

Egipto y Yemen

Obama entregó el informe de 18 páginas a Egipto para intentar encontrar una solución que permitiera esquivar las revueltas que ahora se viven en los países árabes. Sin embargo, para el resto del mundo, el documento permaneció en secreto para evitar que Obama fuese presionado a impulsar cambios políticos en la región.

En el caso de Yemen, el presidente de EEUU muestra su preocupación por los vínculos de Saná con Al Qaeda. La posibilidad de una revuelta a pie de calle es suficiente para que la Casa Blanca no aparte la vista del país árabe.

Otras regiones

El presidente estadounidense también pidió que se estudiasen las posibles revoluciones populares en Latinoamérica, Europa del Este y el Sudeste Asiático. Aunque se desconocen los detalles, las informaciones determinan qué países son más susceptibles de sufrir revueltas.

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