El Barça de Martino se aferra a Valdés para demostrar su solidez defensiva

  • En un inicio de temporada con dudas en su juego, pero con unos resultados casi impolutos, el Barcelona de Gerardo 'Tata' Martino se aferra al buen estado de forma de Víctor Valdés para conseguir los mejores registros defensivos de los últimos nueve años, al margen de la pegada de sus delanteros.

Barcelona, 30 oct.- En un inicio de temporada con dudas en su juego, pero con unos resultados casi impolutos, el Barcelona de Gerardo 'Tata' Martino se aferra al buen estado de forma de Víctor Valdés para conseguir los mejores registros defensivos de los últimos nueve años, al margen de la pegada de sus delanteros.

En once jornadas ligueras y tres encuentros de Liga de Campeones, el guardameta catalán tan sólo ha encajado ocho goles (7 en Liga y 1 en Europa), e iguala las cifras de las temporadas 2007-2008 y 2011-2012, sus mejores arranques desde que viste la camiseta del primer equipo azulgrana.

Anoche en Balaídos, volvió a ser un seguro de vida para sus compañeros. En un anárquico y desordenado primer tiempo, el equipo de Luis Enrique probó su fiabilidad en cuatro ocasiones y el internacional español respondió con garantías, cuando más lo requería su equipo.

Tras la victoria ante el Celta (0-3), el portero reconoció, sin embargo, que su equipo había abusado de la defensa en campo propio debido al planteamiento atrevido de su rival. "Estoy contento personalmente y también por cómo ha jugado la defensa en una faceta que no es normal para nosotros que es defender dentro de nuestra área. El Celta ha dificultado nuestra salida de balón y hemos tenido que practicar otro juego y defender en nuestra área", ha resaltado.

A sus 31 años, el jugador de Gavà (Barcelona) está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera. Ante el Celta, sumó su octavo partido de la temporada dejando la portería a cero.

Paradójicamente, su mejor arranque en años coincide en un momento de transición en el que el técnico argentino está introduciendo matices tácticos que, a veces, contradicen la sentencia 'cruyffista' de defender con la posesión de la pelota.

El Barcelona vence, pero su estilo muta según el rival. En muchos encuentros, la verticalidad ha substituido el exceso de horizontalidad de antaño. Quizá por ello, el equipo juega con las líneas más separadas y, en consecuencia, las oportunidades del rival de asediar la portería azulgrana son mucho mayores.

El ejemplo más claro de esa tendencia fue el partido de anoche en Vigo. Con Xavi e Iniesta en el banquillo, los primeros 45 minutos fueron de ida y vuelta, al más puro estilo inglés, una sensación de descontrol que no es nueva.

En el último clásico, sin ir más lejos, el Barça perdió la iniciativa en la segunda mitad y el Real Madrid, con más fe que juego, a punto estuvo de llevarse un punto del Camp Nou. Valdés fue decisivo y, en una demostración de reflejos, sacó una mano milagrosa a disparo de Cristiano Ronaldo.

También lo fue en las victorias ente el Valencia (2-3), el Sevilla (3-2) o el Málaga (0-1), así como en el partido de Liga de Campeones ante el Celtic de Glasgow (0-1).

Inconformista, perfeccionista y, a veces, incomprendido por una parte de la hinchada azulgrana, Valdés va camino de sumar su sexto trofeo Zamora en una temporada complicada en lo emocional y en lo futbolístico.

En el último año en el club de su vida, ha pasado de tener que demostrar su concentración y frialdad en partidos donde el rival sólo creaba media ocasión de gol, a convertirse en un salvavidas que, con su excelencia técnica, tapa los agujeros de un equipo que parecer haberle perdido el miedo a defender sin balón.

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