El fotógrafo Manu Brabo, tras su secuestro en Libia: 'Prefiero la cárcel al aislamiento'

  • El fotógrafo español retenido por las fuerzas de Gadafi en Libia ya está en España. Emocionado y aturdido por el interés que ha despertado ante los medios de comunicación su captura, ha descrito sus 45 días preso entre interrogatorios, traslados de una celda a una villa y mucha confusión.

Manu Brabo acaba de llegar a Madrid tras mes y medio retenido por las fuerzas leales a Muamar al Gadafi y ya está pensando en seguir trabajando. ¿En Libia? De momento no se lo plantea, pero asegura que 'es tentador'.

Nada más aterrizar en el aeropuerto de Madrid-Barajas, después de haber visto a su familia, ha contado que estuvo doce días en una celda aislado, seguidos por cinco días en una celda compartida con ocho personas más, hasta que le llevaron a una villa donde recibió un trato mejor.

'Se está mejor en la cárcel, lo prefiero al aislamiento', ha asegurado Brabo, que ya iba concienciado de que su trabajo en Libia no sería fácil. 'Cuando uno va a esos sitios, asume que le pueden pasar esas cosas'. De hecho, cuando le sacaron de la cárcel para llevarle por fin a una 'villa' y recibir un trato mejor, a las cuatro horas les tuvieron que trasladar, porque 'a la OTAN le dio por bombardear', cuenta.

Recuerda el momento en el que las fuerzas de Gadafi le atraparon a él y a otros periodistas extranjeros 'como una película: te bajan del coche, nos fríen a culatazos' y se los llevan. El fotógrafo se ha mostrado muy sorprendido por el interés que ha despertado su retención.

Después de cuatro horas les dieron cigarrillos y agua para beber, cuenta Brabo. Les sometieron a un interrogatorio con los ojos vendados y a los cuatro días les hicieron una entrevista con la televisión libia 'un poco de aquella manera'.

Hubo varios momentos en los que pensó que le iban a liberar (cuando les daban bocatas o les trasladaron a una villa), pero era una 'esperanza tonta', en palabras del propio Brabo. 'Me he llegado a imaginar que vendrían los Navy Seals [las fuerzas militares que mataron a Bin Laden] y todo a por mí', ha dicho Brabo, demostrando su buen humor tras ser liberado.

Acusado junto a otros tres periodistas de entrada ilegal en el país y de ejercer el periodismo sin permiso, la misma persona que les hace las preguntas en el supuesto juicio como fiscal, 'se pone una toga y ahora es el juez'. Finalmente les declararon inocentes.

'No sé ni cómo voy a dar las gracias, ni cómo voy a merecer yo todo esto. Estoy un poco 'flipao' con todo esto [la atención mediática]. Quiero dar las gracias a mis compañeros de celda, que son la leche', ha dicho entre sollozos un emocionado Manu Brabo que también ha agradecido su labor al ministerio de Asuntos Exteriores español.

Brabo pudo informarse en la segunda etapa de su retención, cuando a otro de los periodistas retenidos -la única mujer, Claire Gillis- le concedieron una suite en un hotel y 'se les olvidó' retirar la conexión a internet. Eso les permitió también saber que se habían formado incluso grupos de Facebook en apoyo a cada uno de los reporteros retenidos, entre los que también se incluía James Foley, corresponsal de GlobalPost (medio colaborador de lainformacion.com).

Finalmente, aunque Brabo no ha querido afirmar tajantemente que el periodista sudafricano (uno de los cuatro retenidos) fuera asesinado por las fuerzas de Gadafi -como aseguran los otros dos reporteros-, sí ha dicho que le vio 'con las tripas fuera2.

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