El Gobierno danés no instaurará controles aduaneros permanentes

  • El nuevo Gobierno pretende realizar un control aduanero efectivo fruto de "un despliegue móvil, flexible y basado en el trabajo policial de acuerdo con las reglas comunes que rigen en la UE".
EFE

El nuevo Gobierno de centroizquierda danés, encabezado por la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, anunció hoy que no llevará a cabo el plan de la anterior administración de instaurar puestos de control aduanero permanentes.

Así consta en el pacto de gobierno de coalición, salido de las elecciones del 15 de septiembre y que conforman los partidos Socialdemócrata, Radical Liberal y Socialista Popular.

"Los planes de mayo de 2011 de erigir nuevos puestos de control en las fronteras danesas no serán realizados", figura en el acuerdo, algo que ya había sido anunciado durante la campaña electoral.

El nuevo Gobierno pretende realizar un control aduanero efectivo fruto de "un despliegue móvil, flexible y basado en el trabajo policial de acuerdo con las reglas comunes que rigen en la UE".

La anterior coalición de derecha había sacado adelante un acuerdo en mayo, ratificado por el Parlamento dos meses después, para instaurar controles aduaneros permanentes en las fronteras con Suecia y Alemania, lo que provocó recelos por la posibilidad de que violase el tratado de Schengen de libre circulación.

En virtud de ese acuerdo, cincuenta nuevos agentes de aduanas daneses comenzaron a realizar a principios de julio controles esporádicos de forma permanente en las fronteras con esos países.

El plan incluía destinar a 48 agentes más a finales de año y una inversión de 270 millones de coronas danesas (unos 36 millones de euros) en personal y equipamiento tecnológico, y dejaba para 2014 la parte más controvertida, la colocación de puestos permanentes.

El plan, criticado desde la entonces oposición, Bruselas y otros países, surgió en medio de un debate sobre la zona Schengen en la UE, que modificó el tratado para permitir el restablecimiento temporal de fronteras internas por la oleada de inmigrantes del norte de África.

Incluso la Comisión Europea tenía pendiente aún difundir un informe sobre la legalidad del proyecto, mientras la anterior administración danesa defendía que respetaba la legalidad vigente.

El Gobierno de centroizquierda, que dirigirá la UE durante la presidencia rotatoria a partir del 1 de enero, pretende también negociar una amplia mayoría en el Parlamento danés para eliminar la excepción danesa a la política comunitaria en defensa y sustituir la que rige en el área judicial por un sistema optativo.

De otra excepción, relativa al euro, no se dice nada, aunque durante la campaña los partidos favorables a la moneda única ya habían asumido un aplazamiento implícito ante las previsibles dificultades para sacar adelante un referendo, dada la complicada situación económica y el tradicional euroescepticismo danés.

El pacto presentado hoy coloca como indiscutible ganador al Partido Radical Liberal, que ha forzado a sus otros dos socios a no tocar la reforma de las pensiones y las prejubilaciones y el recorte del paro, aprobados por el anterior Gobierno con su apoyo.

Socialdemócratas y socialistas renuncian también a otras medidas, como nuevos impuestos a las rentas más altas y a los bancos.

La férrea política de inmigración y asilo político instaurada por el anterior Gobierno con el apoyo de la ultraderecha se verá ahora suavizada, aunque algunas de sus líneas maestras seguirán vigentes.

Thorning-Schmidt, primera mujer en acceder al poder en Dinamarca, pretende gobernar en minoría con socialistas y "radicales", con el apoyo externo de la coalición "rojiverde" Lista Única, que mantiene diferencias sustanciales con los otros partidos.

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