El Tratado de Schengen, en la cuerda floja tras los atentados de París

Las reacciones a los terribles atentados de París que terminaron con la vida de al menos 128 personas no se han hecho esperar y este mismo viernes el presidente de Francia, François Hollande, se ha lanzado a anunciar que su país "será implacable" en la lucha contra el terrorismo. "Las fuerzas de seguridad interior y el ejército están movilizados al más alto nivel de sus posibilidades y todos los dispositivos de seguridad han sido reforzados", afirmó.

Aunque, a pesar de la contundencia de las palabras de Hollande los expertos consideran que será complicado que París se precipite a organizar una incursión militar en las zonas controladas por el Estados Islámico en Siria e Irak. El traslado de tropas a estas zonas es aún lejano aunque Ana Capilla, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Francisco de Vitoria, considera que los ataques de París aumentarán la presión sobre el gobierno francés que posiblemente termine respondiendo a los atentados incrementando los ataques con drones en la región.

La profesora ve difícil que París tome cualquier otro tipo de represalia militar sobre la zona ya que para realizar esta intervención habría que contar con el apoyo de la OTAN y, por tanto, con la aprobación de Estados Unidos. El país galo podría pedir que se aplicara el artículo cinco del tratado de Washington por el cual la OTAN deberá actuar en caso de que uno de los países miembros resulte atacado."Acto de guerra"

Aunque, a pesar de las palabras de Hollande que tildaban el atentado de "acto de guerra", la realidad es que difícilmente dará el paso de exigir a sus aliados que actúen militarmente. De hecho, en Europa, tradicionalmente se ha dado una respuesta policial a las amenazas terroristas más que militar. De cualquier manera, el presidente en una reacción inmediata a los atentados y envió el portaviones Charles de Gaulle a la zona para duplicar la capacidad de ataque de las fuerzas francesas en la región, según informa el diario 'El País'.

Capilla considera a este respecto que, a pesar de la gravedad de los atentados de este viernes, las fuerzas y cuerpos de seguridad franceses han realizado una buena tarea de contingencia del terrorismo. Es muy complicado que los servicios de inteligencia controlen a todos los posibles atacantes, sobre todo, porque muchos de ellos son de nacionalidad francesa y se han radicalizado con el tiempo. "Francia sabía que unos atentados como los de París podían pasar en cualquier momento", por eso mismo, señala Capilla, el país tenía activado altos niveles de alerta e incluso pidió la suspensión de Schengen ante la cumbre sobre el cambio climático que se celebrará en la capital el próximo 30 de la noviembre.

La profesora no cree que la estabilidad del tratado de libre circulación esté en juego después de los ataques aunque considera que es posible que Schengen se flexibilice. "Schengen no corre peligro aunque sí que se pueden ampliar las medidas inspeccionales que faciliten la activación de controles fronterizos o los mecanismos de suspensión del tratado", explica.

Habrá que esperar para saber si el tratado de libre circulación se modificará de manera que los refugiados tendrán más complicado viajar por el continente para reclamar el asilo. Aunque, Capilla advierte que el estatus de refugiado se concede caso por caso y resulta muy complicado que un terrorista se infiltre entre ellos para entra al continente, "no creo que haya infiltrados entre los refugiados que se juegan la vida en la barcaza", espeta. Aunque considera que sí es posible que se refuercen los controles y que resulte más complicado conseguir el asilo.Amenaza común

Con esta modificación del tratado resultaría más fácil contener al terrorismo ya que la amenaza sigue cerniéndose sobre todo el continente. "Merkel ha estado muy acertada diciendo que es una amenaza común", espeta la profesora. De hecho, una de las primeras medidas que tomo el presidente de la República fue el de blindar su país y cerrar las fronteras tras declarar el estado de emergencia.

De cualquier manera, la detección a tiempo de los radicales que pueden atentar en suelo europeo sigue siendo una tarea muy complicada. Sobre todo porque se desconoce si los llamados 'lobos solitarios' mantienen comunicaciones con la organización terrorista, por lo que resulta mucho más difícil de controlar. Este tipo de atacante podría simplemente haber caído en una de las campañas de captación del Daesh que animan a atentar en suelo occidental sin que hubiera existido contacto alguno con Estados Islámico, algo que nunca ocurrió con Alqaeda que sí había más conexión.

"Está habiendo una superposición entre Alqaeda y EI. Los jóvenes europeos que se radicalizan se unen al ISIS porque ahora mismo son más fuerte, como hace unos años lo fue Alqaeda", explica Capilla. "Da igual que etiqueta sea Daesh o Alqaeda", simplemente "no les gustan las democracias occidentales y nos van a atacar sí o sí", argumenta, a pesar de no querer entrar en los motivos que lleva a un terrorista a cometer este tipo de ataques.