Encadenada por los tobillos, una cristiana embarazada espera su muerte en una cárcel de Sudán

    • El 15 de mayo la justicia sudanesa condenaba a esta doctora de 27 años a morir por renunciar al Islam.
    • Su familia defiende que siempre han sido cristianos.
Meriam Yehya Ibrahim, en una imagen junto a su marido el día de su boda
Meriam Yehya Ibrahim, en una imagen junto a su marido el día de su boda

El marido de Meriam Yehya Ibrahim ha podido visitar por primera vez a su esposa, recluída en una cárcel de Sudán y condenada a muerte por apostasía y a 100 latigazos por adulterio.

Según ha relatado su esposo, Daniel Wani, Meriam, embarazada de ocho meses y medio se encuentra encadenada por los tobillos y vive en unas condiciones infrahumanas desde que fuera arrestada el pasado 17 de febrero. "Sus piernas están hinchadas. Es ultrajante, visto que está cerca de dar a luz".

Daniel Wani, que tiene la nacionalidad sudanesa y la estadounidense ha solicitado en varias ocasiones la ayuda de la embajada norteamericana en el país africano pero no le han ofrecido ningún tipo de asistencia para sacar de prisión a esta mujer de 27 años y a su hijo de 20 meses, también encarcelado junto a ella.

Según Wani, se siente decepcionado con las autoridades estadounidenses al no haberle ofrecido ninguna ayuda para resolver de una forma diferente el contencioso judicial. Además afirma que su hijo es ciudadano de EEUU a todos los efectos.

Pero la nacionalidad del bebé no está tan clara en Washington. La presión que puede ejercer un gobierno como el de la Casa Blanca puede tornar el proceso en caso de apelación.Condena por apostasía y adulterio

El pasado 15 de mayo los tribunales sudaneses, regidos por la sharia, condenaron a muerte a la doctora Meriam Yehya por renunciar a la fe musulmana. Esta doctora fue educada y criada como cristiana desde que nació. Según las leyes musulmanas, el matrimonio entre alguien que sea musulmán y otra persona cristiana no es reconocido legalmente y por tanto los hijos de ese enlace son considerados ilegítimos. Ésta es la razón por la que el hijo de la pareja, de tan sólo 20 meses, también ha sido encarcelado.

La apostasía está penada en Sudán con la pena de muerte y el adulterio con 100 latigazos.

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