¿Por qué la estrategia de la UE contra el yihadismo no funciona?

  • Aunque se acaba de crear el Centro Europeo Antiterrorista en Europol, sigue sin haber políticas antiterroristas comunes que unifiquen los criterios de los países miembro.

    Además, el intercambio de información sigue dependiendo de la voluntad de los servicios de inteligencia de los distintos Estados.

¿Por qué la estrategia de la UE contra el yihadismo no funciona?
¿Por qué la estrategia de la UE contra el yihadismo no funciona?
Bárbara Barón

Los recientes atentados de Bruselas y de París han puesto de manifiesto una realidad escalofriante: la estrategia común de la Unión Europea contra el yihadismo no funciona.

Aunque se acaba de crear el Centro Europeo Antiterrorista en Europol, sus efectos no son inmediatos y sigue sin haber políticas antiterroristas comunes que unifiquen los criterios de los países miembro a la hora de afrontar un fenómeno global y descentralizado como es el yihadismo.No se comparte información

Además, el intercambio de información sigue dependiendo de la voluntad de los servicios de inteligencia de los distintos Estados. De esta manera, no existe un sistema eficaz que permita la creación de una base común sobre desplazamientos y actuaciones de los combatientes europeos yihadistas, ni un mecanismo que recoja los datos policiales y contrabando de armas de todos los miembros de la UE.

Bruselas tampoco es capaz de controlar, a nivel comunitario, los datos sobre las fuentes de financiación del islamismo radical, ni las organizaciones que, disfrazadas de caritativas, operan en cada Estado europeo para apoyar logísticamente a los terroristas.

Un ejemplo significativo: días antes de los ataques de Francia, los terroristas fueron capaces de cruzar de Bélgica a Francia estando controlados por la Policía sin que esta información pasara de un país a otro. Esta descoordinación fue decisiva a la hora de permitir que los ataques finalmente sucedieran.Tampoco se gestiona la información de la que se dispone

Además, aunque se disponga de la información, la saturación de los servicios es tal, que tampoco son capaces de procesarla. De esta manera, el belga Abdelhamid Abaaoud, cerebro de los ataques en París, ya había aparecido en la revista Dabiq de febrero de 2015 asegurando que había vuelto de Siria a Bélgica y que disponía de un piso seguro y de armas para "aterrorizar a los cruzados". Nadie se dio cuenta.

Por otro lado, la principal táctica de los Estados a la hora de responder a los ataques es anunciar el incremento de la presencia militar en Siria, pero parecen olvidarse que los atentados de París fueron perpetrados por ciudadanos franceses y belgas y planificados desde Bruselas.No se cuenta con la población musulmana

No se está integrando a la población musulmana en la solución de este conflicto ni desarrollando planes contra la radicalización en los barrios y entornos más vulnerables. Lejos de ello, durante años se ha permitido que se creen verdaderos guetos, como el famoso distrito de Molenbeek, en los que se ha permitido que el salafismo radical campe a sus anchas.

En este contexto, los bombardeos en lugar de medidas de prevención pueden causar, subrayan los expertos, el efecto contrario: aumentar el porcentaje de musulmanes que odie a Occidente, ya que el Estado Islámico busca enfocar la guerra como un conflicto religioso. Sería mucho más afectivo bombardear las caravanas de camiones exportando a Turquía petróleo de contrabando, algo que se ha hecho en pocas ocasiones.

Sin la colaboración de la propia comunidad musulmana, atajar el problema del yihadismo se convierte en una tarea mucho más complicada, sino imposible. Se podrá reducir y controlar la amenaza desde un punto de vista policial, pero no combatir el problema desde su origen.

Mostrar comentarios