Furia en el KFC: le hacen esperar 45 minutos para decirle que no hay pollo y, cuando protesta, le dan un puñetazo

  • La agresión a un ciudadano chino en un restaurante de la cadena especializada en pollo frito se ha convertido en un vídeo viral en internet. Los agresores han quedado suspendidos de empleo y sueldo hasta que se aclare el incidente.
Roberto Arnaz

Según parece, el cliente no siempre tiene la razón. Al menos no para los empleados de un restaurante de la cadena KFC en Kuala Lumpur, que reaccionaron atacando a un cliente después de que este protestase por haber pasado 45 minutos haciendo cola sin que nadie le avisase de que la comida se había agotado.

El pasado lunes Danny Ng, de 26 años, se acercó al restaurante de comida rápida junto a su familia para darse un buen atracón de pollo frito, la especialidad de la casa. Esperó pacientemente a que llegase su turno, pero cuando llegó al mostrador no pudo satisfacer su apetito: no quedaba pollo.

El joven de origen chino protestó airadamente después de haber esperado tres cuartos de hora para nada y pidió al encargado que se disculpara públicamente con el resto de los clientes. Sin embargo, lo único que consiguió fue provocar la ira de los empleados del establecimiento: hasta cuatro trabajadores de KFC, entre ellos el responsable del local, se encararon, empujaron e insultaron a Ng.

En momento dado, uno de los cajeros coge carrerilla y se dirige hacia el cliente, al que agarra por el cuello y golpea con el puño en la nuca antes de propinarle una patada a la altura de la cadera. Al final, entre los empleados del restaurante de comida rápida y la familia de Ng consiguen separarlos y apaciguar los ánimos.

La escena fue grabada con la cámara de un teléfono móvil por uno de los atónitos clientes del KFC. Al principio se temió que el motivo de la agresión tuviese connotaciones raciales o xenófobas debido a la rivalidad existente entre chinos y malasios.  

Ante la polémica generada por el episodio, Danny Ng convocó una rueda de prensa en la que aseguró que el incidente fue únicamente“una cuestión de atención al cliente” y descartó el racismo como instigador de los hechos. De momento, los cuatro trabajadores de KFC que intervinieron activamente en la agresión han sido suspendidos de empleo y sueldo hasta que se aclare lo sucedido.

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