Estado Islámico forma un ‘ejército de inmigrantes’ en Libia

Estado Islámico forma un ejército de inmigrantes en Libia. Los yihadistas están secuestrando a punta de pistola a migrantes y controlan en tráfico de personas en el país, según publica el portal especializado Middle East Eye.

Esta práctica está permitiendo a los yihadistas de Libia incrementar con rapidez el número de miembros que forman parte sus efectivos. En este sentido, un informe reciente de los servicios de inteligencia de EEUU aseguró en el mes de febrero que los insurgentes cuentan con alrededor de 6.000 combatientes en sus filas. Un número que pone de manifiesto el auge de Estado Islámico en Libia.

El nigeriano Abdul tiene 35 años y llegó a la ciudad libia de Bengasi para trabajar de fontanero. En declaraciones a este medio asegura que están desapareciendo muchos migrantes económicos que llegan al país. “Muchos han desaparecido. Llamamos a sus teléfonos y nos responde una voz en árabe que asegura que esa persona ha muerto”.

Abdul fue secuestrado por la fuerza el años pasado. Le metieron en una furgoneta y lo llevaron a las afueras de la ciudad. A él y a otros dos sudaneses les obligaron a recitar versos del Corán para comprobar que eran musulmanes pero otros dos trabajadores de Ghana fueron asesinados por ser cristianos. “Les degollaron en frente de nuestros ojos. Desde que vi ese imagen, no he vuelto a ser el mismo”, asegura a MEE.Nos dieron un AK-47 y 2.500 dólares 

A Abdul y los otros dos compañeros les dijeron que a partir de ese momento trabajaban para los yihadistas. Empezó en ese momento su entrenamiento militar. Les enseñaron a cargar un arma y disparar. “Nos dieron un AK-47 y en solo tres minutos teníamos que se capaces de utilizarla”. Según cuenta, firmó un contrato de 2.500 dólares mensuales y le dijeron que cuando muriese le llevarían el dinero a su familia.

El principal activo en Libia son los entre 2.000 y 10.000 combatientes extranjeros que luchan con Estado Islámico, especialmente tunecinos, marroquíes, sudaneses y de África Occidental. “Solamente alrededor de 800 son libios”, asegura un testigo a este medio.

Al parecer, los extremistas están pagando 400 dólares por personas, pero por aquellos que llegan desde Sudán pagan 1.000 dólares. Es por ello que la ruta entre Níger y Libia es una de las más utilizadas por los traficantes de personas.

En Libia, los yihadistas controlan un territorio del tamaño de Bélgica o Dinamarca. Bajo su yugo viven poco más de 100.000 personas, casi todas en la ciudad de Sirte y algunos territorios cerca de Derna, Benghazi y Sabratha.

Por si algo es importante Libia es por sus recursos tanto militares como naturales. Es fácil conseguir los arsenales de Muamar Al Gaddaffi y dinero en efectivo mediante los impuestos, la extorsión y el saqueo.

El caos reinante en Libia desde la caída y muerte en 2011 del dictador Muamar Gadafi han propiciado el ascenso del EI, que controla la ciudad de Sirte, a 450 km al este de Trípoli, y trata desde allí de extender su influencia. Entre los combates y las luchas de poder parece difícil encontrar una solución política a corto plazo. La ONU trata de promover un gobierno de unión nacional, capaz de hacer frente a los yihadistas, de momento sin éxito.

En este escenario, el temor de que Estado Islámico aumente su capacidad y crezca en Libia con el objetivo de extender sus tentáculos en Europa ha empujado a varios países a realizar operaciones militares en el país.