Lo último que quiere Amanda Knox es volver a pisar Italia. Abandonó el país tras su salida de prisión en el año 2011. Había permanecido cuatro años en la cárcel por el asesinato de su compañera de piso británica, Meredith Kercher. Cuando la Justicia italiana reabrió el caso y volvió a condenarla, junto a su amante, Rafaelle Sollecito, a más de 28 años de prisión, Knox vio la vista y siguió el proceso de apelación desde Estados Unidos.
Pero ahora, tal y como informa The Mirrorlos fiscales que investigan el asesinato de Perugia han encontrado nueva información que les podría valer para pedir la extraditación de la supuesta asesina. Las conversaciones de Knox con varios traficantes de la ciudad italiana antes y después de la muerte de Meredith Kerker así como el elevado gasto no justificado que la acusada realizó durante ese período de tiempo, hacen pensar a los jueces que el móvil del asesinato pudo ser una pelea entre las compañeras de piso por cuestiones económicas relacionadas con estupefacientes.
Desde el primer momento se barajó como móvil del crimen un juego sexual entre la fallecida y los condenados: Knox, su amante Sollecito y un traficante perugiano de origen africano, Rudy Guede (el único que aún sigue en prisión). La relación de las drogas con el caso puede obligar a Samanta Knox a tener que volver a Italia.Sollecito se distancia de Knox
La noticia se ha conocido justo al mismo tiempo en que el amante de la estudiante norteamericana, Rafalle Sollecito, ha cambiado su versión sobre los hechos. El italiano asegura que durante la noche en la que Mederith fue asesinada, Amanda y él no estuvieron todo el tiempo juntos.
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