Las ceremonias y rituales por las que se hará el cambio de emperador en Japón

  • La casa real japonesa se prepara para al cambio de poderes en la primera abdicación desde hace más de 200 años.
Naruhito y Masako
Naruhito y Masako
EFE

Cambio de era en Japón. Se acaba 'Heisei' (paz) y empieza 'Reiwa' (bella armonía). Este martes, el emperador Akihito cede el trono del país del sol naciente a su hijo Naruhito. La última vez que hubo una abdicación imperial en Japón fue el 7 de mayo de 1817, cuando lo hizo Kokaku. Los emperadores de entonces no solían superar los 40 años al frente del Trono del Crisantemo, pues fallecían jóvenes o eran forzados a abdicar.

Ahora, tras un reinado de 30 años, Akihito, de 85 años, ha decidido abandonar porque a su edad y con su quebrantada salud le resultaba difícil cumplir con sus funciones. Pero para ello ha sido necesario aprobar una ley especial, por la que el Gobierno nipón anunció el 1 de diciembre de 2017 que la sucesión trono se haría entre el 30 de abril y el 1 de mayo de este 2019.

Así, Japón se prepara para recibir a Naruhito como emperador. Y lo hará, como es habitual en este país, a través de una serie de rituales y ceremonias. Este martes, será la primera ceremonia, la de abdicación, durará unos diez minutos, y se celebrará partir de las 17.00 hora local (08.00 en España) en la Sala de Pino, la mejor y mayor del Palacio Imperial de Tokio, en un acto en el que participarán 338 personas.

Se espera que ahí Akihito pronuncie sus últimas palabras como emperador, después de que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, como representante del pueblo de Japón, anuncie formalmente la abdicación del emperador. Akihito, que en los últimos años ha sufrido dos intervenciones quirúrgicas, abandona el trono dejando un sello en su era marcada por la proximidad a su pueblo, frente al distanciamiento que han tenido sus predecesores.

Con la ceremonia del martes, cederá dos de los símbolos y tesoros del Trono del Crisantemo que ha custodiado durante tres décadas: la legendaria espada Kusanagi y una joya de jade. El miércoles, a partir de las 10.30 hora local (01.30 de la madrugada en España), será el turno de Naruhito, que asumirá el Trono del Crisantemo en una ceremonia con la presencia de miembros de la Casa Imperial y altos funcionarios de los tres poderes del Estado.

Es un ritual que no está abierto a mujeres, pero en esta ocasión sí estará presente una, la única ministra del gabinete de Abe, Satsuki Katayama. Entre los ausentes se encuentran quien desde el día anterior será el emperador emérito Akihito. Se espera que el miércoles Naruhito pronuncie su primer mensaje como emperador. Akihito, cuando asumió el trono, sólo pronunció unas breves palabras comprometiéndose a cumplir las funciones que le marca la Constitución.

Los actos se cerrarán el sábado con la primera comparecencia en público de Naruhito como emperador, quien, en seis ocasiones, cumplirá con el tradicional saludo desde los balcones del Palacio Imperial. Pero no será hasta el 22 de octubre cuando jefes de Estado extranjeros acudan a las ceremonias públicas por la ascensión al trono de Naruhito. Han sido invitadas unas 2.600 personas. Antes de eso, y a no ser que haya cambios de última hora, será el presidente estadounidense, Donald Trump, el primer jefe de Estado que se reunirá con el emperador Naruhito, durante la visita oficial a Tokio que comenzará el 25 de mayo.

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