Más de la mitad de los portugueses no han ido a votar a su presidente. Este elevado porcentaje de abstención (53,3%) ha favorecido la reeleción, en primera vuelta, del candidato conservador Aníbal Cavaco Silva como presidente de Portugal.
Cavaco Silva ha obtenido el 52,94% de los votos frente al 19,75% de Manuel Alegre, candidato de la izquierda, según los datos oficiales difundidos por la Comisión Nacional Electoral, a falta de completar el escrutinio en once consulados.
Los sondeos de opinión realizados con motivo de estas elecciones apuntan que los factores que han propiciado esta abstención son el descontento con la situación social que enfrenta el país y la falta de credibilidad de la clase política, que genera un alto grado de indiferencia por parte de la ciudadanía.
El distrito más afectado por la baja participación ha sido el de las islas Azores, con un 68,9 por ciento de abstención, lo que significa que apenas votaron tres de cada diez habitantes; seguido de Braganza y Vila Real, con un 60,9 y un 59,9 por ciento de abstención en un día electoral marcado por las bajas temperaturas.
Además de la abstención, también ha sido significativo el elevado número de votos en blanco y nulos. En total se han registrado 191.000 de los primeros y 86.000 de los segundos. Estas cifras superan los niveles históricos de estos índices, registrados en 1991 cuando las papeletas en blanco sumaron un dos por ciento y las nulas un uno.
"No vender ilusiones"
En el discurso pronunciado nada más conocer los resultados, Silva se ha compremetido a "ser el presidente de todo Portugal, de todos sin excepción" y a desarrollar un mandato "activo" e "influyente", apegado a la realidad que atraviesa el país. "Para mí Portugal estará siempre primero, voy a ser el presidente del pueblo, pero no voy a vender ilusiones a los portugueses", ha subrayado
Además, Silva ha señalado que estos no representan únicamente su victoria sino "también la de la verdad sobre la calumnia". "El pueblo portugués no se ha dejado engañar, la honra ha ganado a la infamia", ha insistido el presidente en referencia al elevado tono de la campaña electoral.
En este sentido, el mandatario ha afirmado que esta campaña se ha desarrollado "en condiciones muy difíciles" debido a "los políticos que han preferido el camino de la calumnia y de la mentira" y que han llegado a "denigrar" su "dignidad personal". Se ha mostrado satisfecho de haber cumplido con lo prometido: "no recurrir a insultos o ataques de naturaleza personal".
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