La abuela y la madre que protegieron con sus cuerpos a su niño de cinco años en Bataclan

El 13-N, París se llenó de sangre y también de historias de solidaridad. Así fue la triste historia del pequeño Louis, que a sus cinco años estaba en la sala Bataclan cuando llegaron los terroristas dispuestos a masacrar a todos los allí presentes. El pequeño logró salvar la vida, gracias al sacrificio de su madre y de su abuela.

Los terroristas que perpetraron la masacre no lograron acabar con la vida del pequeño Louis gracias al heroísmo de Elsa Laplace, su madre, y de su abuela, Patricia San Martín, sobrina del embajador de Chile en México.

Las dos mujeres, de 34 y 61 años, sirvieron como escudos al pequeño Louis, que se refugió en sus cuerpos para sobrevivir a las tres horas que duró el atentado en la sala de conciertos parisina. Junto a él sobrevivió una amiga de su madre, que resultó herida durante la incursión de los yihadistas.

Patricia San Martín fue hija de militantes comunistas chilenos huidos después del golpe de Estado de Pinochet. Al terminar la dictadura, decidió quedarse junto a su familia en París, ciudad en la que ha encontrado la muerte al intentar salvar a su nieto.

Elsa era una persona muy positiva, según ha relatado la prensa francesa. Además, acababa de firmar un contrato indefinido. Según una amiga, en el momento en el que le confirmaron este contrato, a principios de noviembre, como consultora, estaba muy feliz.

"Elsa y Patricia murieron el viernes bajo una lluvia de balas en el interior de Bataclan. Su hijo, su rayo de sol, estaba con ella. Louis fue llevado al hospital, traumatizado y cubierto por la sangre de su madre", ha explicado en la revista Le Point Sihem Souid, amiga de la madre.

Después de la masacre, el pequeño Louis se ha refugiado en casa de sus abuelos paternos. Allí está intentando recuperar una difícil normalidad, con una historia que le marcará para el resto de su vida.