La policía de Sídney desactiva un collar bomba del cuello de una joven tras 10 horas de incertidumbre

  • Un hombre enmascarado entró en la casa de la joven y le colocó el artefacto. Las autoridades no tienen ninguna pista sobre la identidad del agresor ni los motivos que le llevaron a realizar esta acción.
lainformacion.com

Madeleine Pulver no olvidará su paso a la mayoría de edad. Menos de un mes después de cumplir 18 años, un desconocido se coló en su casa del barrio adinerado de Mosman, en Sidney, y le colocó al cuello un artefacto explosivo.

La joven, hija de un conocido y multimillonario empresario australiano, se encontraba estudiando para los exámenes de acceso a la universidad cuando hombre enmascarado entró en la casa y le fijó el artefacto al cuerpo.

Pulver, que se encontraba sola en ese momento, consiguió templar los nervios y ponerse en contacto con la policía para explicarles lo sucedido. Hasta su casa se desplazaron varios equipos de artificieros que evaluaron la situación.

Tras 10 horas de máxima tensión, la policía de Sídney ha conseguido liberar a la chica de 18 años del collar bomba. Lo que no ha trascendido es si el artefacto ha sido finalmente desactivado o simplemente lograron liberar a la joven de la bomba.

"Los agentes siguen en el interior de la casa, donde examinan el artefacto y dan apoyo a la joven. Esta operación necesita mucha habilidad y debe desarrollarse con extremo cuidado", han explicado los portavoces del cuerpo de policía.

La policía no ha querido ofrecer más información sobre el caso y se ha negado a confirmar los rumores que hablaban de que el ataque forma parte de una trama de extorsión al padre de la joven, presidente de una importante empresa de software. Tampoco ha trascendido si el autor del asalto había pedido un rescate por la liberación de Madeleine.

El subcomisario Mark Murdoch calificó este incidente como "muy grave" y destacó que el trabajo de desactivación del explosivo requiere "alto nivel de destreza y debe ser meticuloso". Además el jefe de la investigación ha negado que la policía haya entrado en contacto con nadie que reivindicase la colocación del artefacto.

Sin embargo, lo que sí ha confirmado es que el caso lo está llevando el departamento de robos y crímenes graves, que lleva también casos de extorsión. Algunos medios locales, como The Telegraph apuntan a que el culpable podría ser un conocido de la joven y su familia.

Los padres de la chica aún se encuentran en el exterior de la casa y no se les ha permitido hablar con ella, según el Sydney Morning Herald.

La familia Pulver, con el patriarca William a la cabeza, es una de las más ricas de Sidney y el barrio en el que residen, Mosman, está repleto de mansiones pertenecientes a algunas de las sagas más famosas y adineradas de Australia.

 

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