Así erradica Finlandia la mendicidad: casas unipersonales para los sintecho

  • Toda Europa sufre un crecimiento descontrolado del número de personas sin hogar menos el país nórdico, que ha optado por el método 'Housing First'. 
Fotografía de un sintecho.
Fotografía de un sintecho.
Wikimedia Commons.

En 2012, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en la última encuesta realizada sobre personas sin hogar en España dejaban un panorama preocupante: 22.938 personas viviendo en las calles, con un incremento del 5% en siete años. Pues bien, seis años más tarde el número de sintecho en España se cifra en 40.000 según Cáritas, reflejando una tendencia alcista que se recrudece en grandes ciudades como Barcelona, donde la presencia de mendigos creció un 8% de 2014 a 2016.

Esta trayectoria ascendente es similar en la mayoría de países europeos, y común en las potencias del viejo continente. Francia, por ejemplo, ha registrado un aumento del 50% de sintecho en once años, mientras que en Bruselas (Bélgica), las calles se han visto pobladas por personas sin hogar con un incremento del 34% en el último año según los datos de la Federación Europea de Asociaciones Nacionales (FEANTSA).

¿Qué se está haciendo mal? ¿Por qué si se invierte más en albergues y servicios para personas necesitadas, su número no para de crecer? La respuesta está en el método utilizado.

Habitualmente, una persona sin hogar debe seguir una serie de pasos para dejar atrás la agonía de las calles. En la fase de entrada en el sistema se le evalúa, y si cumple con los requisitos psicológicos accede a un alojamiento compartido, también conocido como “de formación”. El siguiente paso es obtener una vivienda normalizada con acuerdo de ocupación y el último una vivienda normalizada con contrato de alquiler. Sin embargo, este proceso es tedioso y en multitud de ocasiones el individuo no consigue llegar a la cima. 

En Finlandia, país que en la década de 1980 contaba con 20.000 mendigos, se dieron cuenta de que el 'metodo de la escalera' no estaba siendo eficaz, y optaron por darle la vuelta a la tortilla.

Vivienda Primero

"Nos dimos cuenta de que la gente no supera sus dificultades y no puede pensar en otros problemas si tras dormir en los albergues, cada mañana tienen que volver a las calles”, explica la diputada finlandesa Sanna Vesikansa, en declaraciones recientes. 

Por ello, optaron por implantar el sistema 'Housing First' (Vivienda Primero). Este método alternativo creado en Estados Unidos en la década de los 90 por el Doctor Sam Tsemberis, consiste en ofrecer una vivienda unipersonal permanente a la persona sin hogar. Los ‘propietarios’ aceptan visitas semanales para formación y acompañamiento social, y en caso de tener algún ingreso invierten el 30% de los mismos en el pago del alquiler. De este modo, la persona necesitada puede encauzar su vida y centrarse en otros factores más allá de la vivienda.

Gracias a 'Housing First', en noviembre de 2015 el número de mendigos en Finlandia se redujo a 6.785 (una bajada del 10% anual), y mientras los pisos unipersonales crecen, los alojamientos temporales mueren: hace 10 años Helsinki contaba con 600 camas de albergue, ahora solo 50. 

Su éxito ha sido tal que iniciativas basadas en sus principios se han aplicado en España mediante el programa Hábitat en ciudades como Barcelona y Madrid. Asimismo, Liverpool, Manchester y West Midlands se preparan para la implantación del programa en las próximas fechas.

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