La única editorial de la disidencia en Cuba es de la Iglesia

  • En Cuba, todos los medios y ondas de radio están controladas por el Gobierno. No todas, Espacio Laical, una revista editada por la Iglesia católica cubana, tiene espacio para los temas polémicos. Economía, sociedad y política tienen un hueco en la revista con mayor difusión de la isla.

En los últimos tiempos, cuando escritores e intelectuales cubanos prominentes quieren hacer circular sus ideas en un medio serio, se dirigen a una editorial inusual: la Iglesia católica.

Las diócesis en todo el mundo tienen publicaciones y hojas informativas propias en las que se tratan a menudo los temas candentes. Pero en Cuba, en donde las noticias impresas y las ondas audiovisuales son monopolio del Estado, las revistas gestionadas por la Iglesia se han convertido en un foro vital para el debate en torno a los problemas terrenales del país, como su vacilante modelo económico o la profunda división política entre Miami y La Habana.

En este sentido, el vehículo más importante surgido en los últimos años es la revista y la página web Espacio Laical. Cada número contiene varios temas de interés espiritual y eclesial, pero la mayor parte se sus páginas se dedican a tratar asuntos económicos, sociales y políticos.

En números recientes se han incluido columnas demandando mayor acceso a internet, reformas económicas más profundas y un camino hacia la reconciliación entre los cubanos dentro de la isla y los que están en el extranjero. Otro número publicó una amplia entrevista con el economista cubano Pavel Vidal, a quien (como la mayor parte de los académicos de la isla) el Gobierno limita las conversaciones con la prensa extranjera, pero no con una publicación cubana como Espacio Laical.

La revista es uno de los pocos medios cubanos que publica artículos de extranjeros o de exiliados, dando lugar a un espacio inusual a través del cual los pensadores que se han ido de la isla todavía pueden llegar a la audiencia cubana a través del papel.

Una de sus colaboradoras es Marifeli Pérez-Stable, columnista del Miami Herald. La publicación también ha incluido recientemente un ensayo del premio Nobel Mario Vargas Llosa, conocida voz anticastrista e ignorado sistemáticamente por los medios oficiales del régimen.

'Nuestra misión es facilitar el diálogo', explica Roberto Veiga, director de la revista. 'No importa si los colaboradores son de un lado u otro del espectro político', añade.

Veiga asegura que la revista intenta llegar a todos los cubanos, católicos o laicos, vivan donde vivan. 'Publicamos a cubanos que están aquí en la isla y a cubanos que viven en el extranjero. No importa, siempre que contribuyan con un espíritu de diálogo y reconciliación y busquen el consenso'.

Del mismo modo que Espacio Laical incluye artículos de contenido religioso, la principal revista de la Iglesia católica cubana, Palabra Nueva, también publica ensayos sobre temas laicos. Su circulación mensual es de 12.500 ejemplares, pero el director Orlando Márquez dice que la audiencia se multiplica por 10 porque sus lectores la comparten ampliamente.

'La idea es acercar la iglesia a la sociedad, y ofrecer un lugar en donde los católicos y no católicos puedan debatir sobre los temas que afectan a sus vidas diarias pero que a menudo no son tratados en los medios oficiales estatales', afirma Márquez, que es también el portavoz de la Archidiócesis de La Habana.

Ninguna de las revistas desafía explícitamente al Gobierno de Castro o los líderes cubanos. Sus artículos no son polémicos, lo que hace que algunos exiliados o disidentes en la isla las consideren demasiado tímidas o complacientes con las autoridades.

Según un informe publicado la semana pasada en The Miami Herald, un cable diplomático de EEUU de 2007 filtrado por Wikileaks aseguraba que el cardenal cubano Jaime Ortega había presionado para cerrar otra revista más crítica de la iglesia, Vitrales, a petición del Ejecutivo castrista. El cable, escrito por un diplomático de rango medio, citaba sin dar nombres a monseñores en el Vaticano que trabajan en temas relacionados con Cuba.

El Herald asegura que representantes del Vaticano se quejaron a los diplomáticos de EEUU sobre el cardenal Ortega (principal representante de los católicos en la isla) y su supuesta cercanía a Raúl Castro.

Márquez niega dichas acusaciones, insistiendo en que si bien el Gobierno cubano se ha quejado sobre el contenido de algunas de las publicaciones católicas, no ha presionado a Ortega o a otros líderes de la iglesia para cerrarlas. 'Nunca nos han pedido que cerremos una revista', asegura.

El próximo número de Palabra Nueva incluye un artículo escrito por Márquez sobre el papel de la iglesia en la liberación el año pasado de más de 100 activistas encarcelados en prisiones cubanas. Contesta de este modo a quienes acusan al cardenal Ortega de facilitar un 'exilio forzado' de la mayoría de los disidentes en España.

Pero los disidentes y sus familias han reconocido en las últimas semanas que no fueron obligados por el Gobierno a marcharse del país. De hecho, muchos de los prisioneros más conocidos y más críticos con Castro, como Oscar Elías Biscet o Héctor Maseda (marido de la líder de las Mujeres de Blanco Laura Pollán) optaron por quedarse en la isla tras abandonar la cárcel.

'Ahora, o en el futuro cercano, el país necesita crear un espacio en el que puedan mezclarse diferentes opiniones, intereses y criterios y hallar una causa común, una que no esté vinculada a intereses foráneos', señala Márquez.

Nick Miroff, La Habana (Cuba) | GlobalPost
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