Las críticas a los recortes de dos ministros provocan la dimisión en bloque del gobierno francés

    • El ministro de economía, Arnaud Montebourg, y el de educación, Benoît Hamon criticaron la política de austeridad de Francia y alzaron la voz contra Alemania.
    • Valls consideró que sus palabras eran peligrosas y cruzaban una línea roja inflamable.
Montembourg y Hamon
Montembourg y Hamon

Solo 147 días ha durado el ejecutivo del primer ministro francés Manuel Valls. Después de que dos ministros criticasen abiertamente sus políticas de austeridad, François Hollande ha encargado la formación de un nuevo Ejecutivo, que será anunciado mañana.

Se trata del ministro de Economía de Francia, Arnaud Montebourg, y el de Educación, Benoit Hamon. Valls consideró que sus palabras eran peligrosas y cruzaban una línea roja inflamable ya que solo unos días antes el presidente Hollande había defendido las refomas.

El ya exministro de economía e isdustria, Arnaud Montebourg aseguró en una entrevista en Le Monde que "Tenemos que dar prioridad a salir de la crisis y relegar a un segundo plano la dogmática reducción del déficit que nos está levando a la austeridad a un continuo incremento del desempleo". El ministro no mencionó expresamente a Hollande, pero ha señalado que no excluye a Francia de sus críticas. "A día de hoy la reducción del déficit a marchas forzadas es una aberración económica poco rentable porque agrava el desempleo, es un absurdo financiero e imposibilita la estabilización de las cuentas públicas. Es un siniestro político que echa a los europeos a los brazos de los partidos extremistas". El ministro sí se ha referido expresamente en cambio a Alemania, de la que dice que está "atrapada por la política de austeridad que ha impuesto a toda Europa". Precisamente, contra Alemania ha lanzado sus críticas.

"Hay que alzar la voz. Alemania está entrampada en la política de austeridad que impuso a toda Europa". "Cuando hablo de Alemania me refiero a la derecha alemana que apoya a (la canciller) Angela Merkel. Francia no tiene por qué alinearse con los axiomas ideológicas de la derecha alemana". Francia registra actualmente un crecimiento nulo, y redujo de mitad su previsión de crecimiento para 2014 (0,5% en lugar de 1%). El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, admitió que el déficit público francés superará este año el 4% del PIB, con lo que se excluye de facto un retorno al 3% en 2015, tal como Francia se comprometió ante sus socios europeos.

En la entrevista, Montebourg critica también a Alemania, aunque sin citarla, por su rol en el Banco Central Europeo (BCE) para determinar la política monetaria en la zona euro. "Desgraciadamente, hoy los halcones de la inflación, que combaten la inflación cuando ésta ha desaparecido olvidando lo esencial (como) el desempleo en masa, están demasiado representados en el BCE", afirma el ministro francés.

Montebourg alude, al hablar de "halcones", a los alemanes que consideran tradicionalmente que el rol del BCE debe limitarse a restringir la inflación, y rechazan la idea de que compre bonos soberanos, lo que equivale a ayudar a financiar a los Estados de la zona euro. Las lecciones de los años 1930 deberían hacernos comprender que es el desempleo lo que provoca un endurecimiento y un aumento de la violencia en las sociedades europeas", resume Arnaud Montebourg.

Sus palabras fueron apoyadas por el titular de Educación, Benoît Hamon, que criticó la política de austeridad de Francia y aseguró que hay que relanzar el consumo. "Es la condición para que la política de la oferta que se lleva haciendo desde hace dos años tenga éxito. No podemos venderles nada a los franceses si no tienen ingresos suficientes", apuntaba ayer al diario Le Parisien.La parálisis económica obliga a Hollande a acelerar las reformas

Un desbordante gasto público, un mercado laboral poco flexible, unas cifras de paro en niveles récord y una Administración pública gigantesca se han convertido en los grandes problemas de la economía francesa. Hace ya muchos meses que los analistas señalan a Francia como la gran bomba de relojería de la zona euro. Una sensación que corrobora el estancamiento de la economía gala en los dos primeros trimestres del año.

En un ambiente muy enrarecido y bajo una gran presión, el Gobierno francés pelea para sacar adelante sus planes en medio de una gran oposición. Manuel Valls, ha adoptado una posición beligerante y ha asegurado que la política económica del Gobierno no va a cambiar pese al estancamiento registrado en el segundo trimestre del año, al mismo tiempo que ha pedido tiempo para obtener resultados frente a la presión no sólo de los sindicatos y los partidos de izquierda.

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