Las mujeres de EI ya no tendrán que pedir permiso a sus maridos... para inmolarse

    • Las bajas en el frente de guerra hacen que el Estado Islámico retire la obligación a las mujeres de pedir permiso a sus maridos antes de inmolarse.
    • La organización terrorista somete a las mujeres a un estado de terror pocas veces visto en otras partes del mundo.
Terrorista yihadista del Estado Islámico
Terrorista yihadista del Estado Islámico

El Estado Islámico permite que las mujeres que deseen convertirse en mártires de su causa, puedan serlo sin tener que contar con el permiso de sus maridos, un requisito que sí necesitan para realizar cualquier otro tipo de actividades.Detrás de esta repentina promoción del papel de la mujer dentro de la organización terrorista podría estar el importante número de bajas que el Estado Islámico está sufriendo en Irak y Siria, los dos principales escenarios en los que dirimen su particular lucha por la refundación de un nuevo califato.Sin embargo, inmolarse por la causa estaría destinado a las fieles y amigas de la pureza, tal y como redactó hace unos meses la organización en un hilarante y macabro panfleto en el que se determinaba el papel de la mujer. Para el resto, aquellas que han sido hechas prisioneras o han acabado en las garras de la organización, solo les queda la muerte o acabar siendo esclavas sexuales.Así lo han denunciado las mujeres que lograron escapar, o fueron rescatadas, de las despensas de esclavas que tenían reservadas para ellas. La asociación de Derechos Humanos 'Human Rights Watch' denunció las violaciones, abusos sexuales, así como la esclavitud sexual y los matrimonios forzados, a los que estas prisioneras tenían que hacer frente.Las mujeres a las que en este caso concreto hace referencia 'Human Rights' pertenecen al pueblo yazidí, una minoría kurda, fuertemente perseguida por el islamismo fundamentalista desde la caída de Sadam Hussein. Durante la ofensiva del Estado Islámico en el norte de Irak en agosto de 2014, casi un centenar de adolescentes y jóvenes, algunas incluso niñas de corta edad, fueron separadas de sus padres y trasladadas a otras zonas del país, e incluso a Siria.Algunas no tuvieron la suerte de escapar o de ser rescatadas y se pudren en esa suerte de harenes, que los milicianos conforman a su antojo. Otras, incluso, yacen después de haberse intentado revelar. Es el caso de una joven de 20 años, que según han relatado desde Naciones Unidas, fue quemada viva cuando se negó a mantener relaciones sexuales con un miembro del Estado Islámico.La violación y la trata de mujeres pasa a formar parte de la estrategia de guerra de la organización, una táctica de limpieza étnica, pura propaganda bélica, con el único objetivo de humillar, ya no a las mujeres por las que no siente ningún tipo de empatía, sino a los vencidos, cuyas esposas, hijas, o madres, se convierten en el botín de guerra de los vencedores.

Zainab Bangura, representante de Naciones Unidas (ONU) en materia de violencia sexual en conflictos, cuenta que los yihadistas "separan a las mujeres y a las madres, dejan a las chicas desnudas, les hacen tests de virginidad y examinan el tamaño de sus pechos y su belleza. Las más jóvenes y aquellas consideradas como las vírgenes más bellas, se venden a precios mayores y se envían a Raqqa, el bastión del Estado Islámico".El 'Manifiesto'Hace poco, el Estado Islámico difundió a través de las redes sociales un panfleto en el cual se estipulaba el tipo de vida que las mujeres debían adoptar en su califato, con el fin de preservar las tradiciones y la moral de aquellos territorios conquistados por los terroristas.Según el texto, las mujeres deben llevar a cabo una vida sedentaria, en la cual sólo podrían trabajar, "tres días a la semana", si se vieran "forzadas" a ello; o, a salir a la calle siempre y cuando sea para estudiar teología o hacer la yihad, para lo cual parece que no necesitan el consentimiento de sus esposos. El texto defiende que las mujeres solo harían la guerra en caso de que el número de hombres no fuera suficiente y siempre que los imanes dieran su beneplácito. El resto no tiene desperdicio, aunque resulte despreciable su lectura.

Así, la depilación y los tratamientos de bellezason obra del "Diablo", que las "despoja de sus ropas" o "las atrae a las peluquerías". La educación, solo hasta los quince años, consiste en aprender la ley islámica, así como las reglas del matrimonio y "habilidades como coser, tejer y cocinar". A los nueve ya podrían ser dadas en matrimonio.

Sigue @Mark_Teixeira//

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