El ex representante de Venezuela ante las Naciones Unidas y antiguo ministro de Información y Turismo venezolano Diego Arria asegura que "el mayor número de víctimas de apropiación indebida o expoliación del Gobierno de Hugo Chávez es de españoles". El caso más sonado fue la nacionalización reciente de Agroisleña, pero de acuerdo con Arria son 300 familias españolas de segunda o tercera generación (originarios de Canarias) los afectados. Y más aún, señala al etarra Arturo Cubillas como "jefe de ejecución del pillaje".
Arria se encuentra de visita relámpago en España para declarar ante la Audiencia Nacional precisamente sobre las supuestas conexiones entre el Gobierno chavista y los etarras y guerrilleros de las FARC. En una conversación con lainformacion.com un par de horas antes de ofrecer su declaración ante la Justicia, este diplomático reconvertido en activista opositor reconoce que aún no dispone de documentos que demuestren lo que dice. Pero está en ello, especialmente porque quiere llevar a Hugo Chávez ante La Haya. Y en cualquier caso, subraya que todos los indicios apuntan hacia Cubillas, como estrecho colaborador de Chávez.
Estas expropiaciones siempre se producen, según Arria, con la presencia de agentes armados del Ejército o la Guardia Nacional. Esto para él conduce tanto a las FARC como a ETA, pues distintos miembros de ambas bandas han declarado que en sus viajes a Venezuela había fuerzas del orden ayudándoles. Los etarras Xabier Atristain y Juan Carlos Besance dijeron que con una orden de Cubillas bastaba para que el Ejército les dejara en paz. Además, Cubillas -y según Arria también otros etarras exiliados en Venezuela- trabajan en el Ministerio de Agricultura. Por eso, Arria opina que "no sería de extrañar que Cubillas estuviera detrás" de las expropiaciones.
Mientras 300 familias españolas de pequeños y medianos agricultores pierden sus tierras de la noche a la mañana, el Gobierno español no hace nada, se queja Arria. "El Gobierno español está más interesado en Repsol, Telefónica y los barcos". El diplomático asegura que el PSOE hace "como si [el problema] no fuera con ellos" y destaca que solo un senador del PP, Dionisio García, se ha interesado por la situación de los agricultores.
A pesar de estas supuestas apropiaciones indebidas, la mayoría de los agricultores no salen a la calle para protestar contra la política de Chávez. "Están asustados e indefensos, esperan calladamente" a que se solucione, dice Arria. Solo algunos se atreven a manifestarse abiertamenteen huelga de hambre.
"A Cubillas seguramente lo ascenderán", señala, igual que hizo Chávez con el militar Henry Rangel Silva después de insinuar que habría un golpe de Estado si la oposición ganaba las elecciones presidenciales en 2012.
Diego Arria está vigilado. Cuenta que incluso les hizo fotos a las personas que le perseguían por las calles de Caracas. Por eso vive a caballo entre Nueva York, donde residen su mujer e hijos, y la capital venezolana. "En Venezuela, tú estás bajo libertad condicional", dice a la vez que asegura que no tendría la libertad de realizar declaraciones como las de esta entrevista si su familia viviera en su país. "En Venezuela, el imperio de la Ley ha sido reemplazado por la ley de Hugo Chávez".
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